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Depedro: De cómo el viento trajo 'nubes de papel'

La sala de Atarrabia recibe hoy a uno de los grandes, y para muchos desconocido, artistas estatales

Depedro: De cómo el viento trajo 'nubes de papel'Cedida

Jairo Zavala, tras confeccionar uno de los grandes discos de la primera década del siglo XXI, Depedro (2008), a finales del pasado año editó su segunda aventura en solitario, Nubes de papel, álbum que presentará esta noche en la sala Tótem de Atarrabia. El concierto, que contará con Lucas (guitarrista de Depedro) y The Cloud como teloneros, comenzará a partir de las 23.00 horas. El precio de las entradas es de 15 euros.

-¿Cómo se enfrenta uno a un segundo disco, que ya de por sí tiene la vitola de especialmente complicado, tras el éxito conseguido con 'Depedro'?

-En el primer disco, como se trataba de arrancar un proyecto nuevo, con el que no sabíamos qué iba a pasar, no pusimos demasiadas expectativas. Afrontarlo de esa manera, como un novato, supuso que no tuviera ninguna presión sobre mí, simplemente se trataba de iniciar un camino. Nubes de papel ha sido el desarrollo de aquel experimento que hice con el primer disco y, por lo tanto, tampoco he sentido ninguna presión en ese aspecto.

-Parafraseando una de tus nuevas canciones, ¿la clave para desarrollar un proyecto de este tipo, en los tiempos que corren, es intentarlo en todo momento, a cada minuto, como si te fuera la vida en ello?

-Yo, con la música, no veo otra manera de avanzar y dar pasos. La música es muy generosa o muy tacaña: si tú no le das, ella no te va a dar nada.

-Tras escuchar las canciones y leer lo que tú has comentado sobre las mismas, da la sensación, metafóricamente hablando, de que Jairo ha intentado ejercer de nexo de unión entre los sueños y la tierra.

-Me interesa mucho el mundo onírico en el sentido de que intento traducir los sueños en historias cotidianas. Creo que, de esta manera, podemos abrir nuevas puertas en nuestro día a día; por eso me gusta mucho hablar de esas cosas.

-No ha lugar preguntar a qué huelen estas 'Nubes de papel', pero sí de qué están hechas las canciones que las conforman.

-Pues están hechas de dos años de viajes... Pero no solo un viaje físico sino también personal. Son muchas experiencias, he conocido muchos músicos, he tocado con ellos, les he pedido prestadas experiencias... Son canciones hechas de colores, de sabores y de mucha ilusión.

-¿Es cierto que, en este trabajo, Jairo se ha vuelto más clásico?

-No lo sé... Siempre me han gustado mucho los sonidos de antes para contar las historias de ahora, pero no sabría decirlo.

-Y, ¿se puede ser más intimista de lo que fuiste con el primer compacto?

-El poso siempre puede ser más profundo.

-¿Por qué en la edición en vinilo del nuevo disco has incluido versiones de las canciones incluidas en la edición en CD?

-Es la manera de reflejar mi particular punto de vista, me gusta que pasen cosas diferentes... No me gusta comer lentejas todos los días. Y en los discos, y en los directos, me pasa lo mismo, ya que una canción puede tener diferentes lecturas, aunque está claro que hay una que me gusta más, y es la que sale en el disco oficial. Lo que hemos hecho ha sido, en cierta manera, extrapolar lo que sucede en los conciertos, donde me gusta que las canciones tengan vida propia y que, cada día, sean un poco diferentes. Por eso hacemos repertorios diferentes en cada actuación, para que haya un poco de vértigo y de riesgo, que es lo que hace que pasen cosas inesperadas.

-Sorprende que te sorprendas de lo bien que está yendo el proyecto Depedro.

-Y me sigo sorprendiendo, qué le voy a hacer. Cuando grabé el disco no me imaginaba que iba a tocar en Nueva Zelanda, Australia, toda Europa, Canadá o Rusia.

-En su última visita al Estado, a Neil Young le dieron un montón de discos y eligió el tuyo como favorito, ¿qué sintió Jairo cuando se lo contaron?

-Me temblaban las piernas. Yo, de pequeñajo, me desayunaba con Harvest todos los días. No tengo nada más que decir al respecto.

-Tanto con el primer disco como con el segundo, Depedro ha utilizado muchas y muy distintas formaciones para defender sus canciones en directo, ¿cuál de ellas es la que traerá a Villava?

-Iré con Lucas Álvarez de Toledo, una persona con la que llevo trabajando casi 20 años y con la que me he reencontrado otra vez en esta gira. Al margen de músico y buena persona, es muy interesante en directo porque canta, toca la guitarra, teclados, samplers... Y me ayuda a reinventar. n