pamplona. Ha luchado contra las imágenes estereotipadas que se nos han quedado a todos de los cuentos, para reinventar esas historias que nos contaban o que leíamos de pequeños, y que ahora muchos cuentan a sus hijos. Para el ilustrador Javier Muñoz (Pamplona, 1978), El soldadito de plomo y su bailarina son tan ligeros que vuelan, guiados por el amor, como dos personajes de un cuadro de Chagall; La niña de los fósforos luce un cabello color fuego y deambula por un espacio misterioso e incomprensible, abstracto, como se antoja muchas veces a los niños el mundo de los adultos; Cenicienta cuelga con gesto de apuro y agobio, a una altura muy considerable, de su zapato, que le viene demasiado grande; y Pulgarcito, a pesar de ser quien da nombre al cuento, no está visible, porque el protagonismo se lo ha robado el lobo que se lo ha zampado.

Estas y otras muchas escenas, todas ellas un deleite para la vista, dan vida y color a los cuentos de Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm en dos publicaciones de la editorial Bilingual Readers, especializada en libros y juegos bilingües, en este caso castellano-inglés, pensados para el público infantil. Aprende inglés con los cuentos de Hans Christian Andersen y Aprende inglés con los cuentos de los hermanos Grimm son los títulos de estas obras, que presentan cada una de ellas 25 relatos adaptados para niños -en versiones breves- y traducidos al inglés, que se acompañan de las ilustraciones. Cada una de ellas es una obra de arte pensada y creada por Javier Muñoz con ingenio y, sobre todo, muchas horas de trabajo. El artista pamplonés dio con la oportunidad de dar vida con su talento creativo a este proyecto durante una de las tareas diarias e imprescindibles del ilustrador freelance, y más en tiempos de crisis: la búsqueda de trabajo. "Tienes que buscarte la vida, navegar por Internet mirando páginas de editoriales, periódicos, revistas, mandar cientos de mails de los que con suerte responden 1 ó 2", cuenta.

Esa suerte buscada le puso en contacto con el editor de Bilingual Readers, Iñigo Gil Sopeña, un bilbaíno que se ha lanzado con esta singular editorial con sede en Madrid, pequeña en tamaño pero con un gran compromiso con la calidad. Muñoz reconoce que se sintió "identificado" con el espíritu emprendedor del joven editor. Juntos, se empeñan en demostrar, en estos tiempos de crisis en que se valora mucho más el resultado económico que la profesionalidad de aquello que se emprende, que la calidad y el rigor "son buena buena inversión, porque atraen al público y éste lo agradece y lo valora".

Si las historias de Christian Andersen y los hermanos Grimm nos invitan a imaginar, las creaciones del ilustrador y pintor pamplonés -collages que nacen de bocetos a mano y terminan en formato digital- son ya la materialización de esos sueños y fantasías que tan presentes tienen los niños, y que tanto añoramos los adultos. Muñoz ha creado una estética propia para cada libro, porque no le gusta encasillarse en un estilo concreto: "Quizá es eso lo que se busca en un artista, pero yo cuando veo que algo funciona y lo repito, me aburre y voy a otra cosa". De los cuentos de Christian Andersen y los hermanos Grimm le llama la atención, al releerlos ahora, con la perspectiva de adulto, que "son en general bastante oscuros. Por eso he intentado sacar algo de humor con las ilustraciones", que contienen también "guiños" a los adultos. "Quiero que los padres que lean los cuentos en compañía de sus hijos también encuentren algo ahí, que también se diviertan", dice. En muchas de las ilustraciones, cobran protagonismo los personajes secundarios de los cuentos, "los quintos en discordia, pero que son necesarios para que se produzca la acción", explica el autor, quien se encariña especialmente con estos personajes "porque son malos pero mediocres, unos panolis a los que siempre acaban pillando, como el lobo de Caperucita. Me inspiran cierta ternura".