Bilbao. El grupo de danzas Oinkari es conocido por fusionar las danzas tradicionales de Euskal Herria con estilos más contemporáneos. En esta ocasión, contará con la colaboración especial del bailarín invitado Igor Yebra, para aportar el estilo del ballet clásico a la función. La música correrá de la mano de la banda vizcaína Korrontzi. Urratsa, así se llama el espectáculo de música y danza, que han preparado en conjunto Oinkari y Korrontzi, y que estrenarán en el Festival de Folk. La idea ha sido abrir el festival a otras disciplinas por lo que han propuesto a Yebra participar en esta representación, que entremezclará danzas del presente y del pasado. "Fueron los grupos de danzas quienes contactaron conmigo", explica la estrella de la danza desde Burdeos, donde acaba de interpretar Giselle. "La finalidad es que el certamen se abra un poco más hacia otros campos haciendo el festival más internacional, incluyendo así más estilos de baile", explica Yebra, que actuará concretamente en tres piezas.

La primera figura del baile precisa que no bailará danzas vascas, pero para el cierre de la actuación, hará una aparición final, en la que se sumará al resto de los bailarines.

Igor Yebra reconoce que, tras escuchar las músicas propuestas, no lo dudó y aceptó la invitación. "Cuanto más se conozca lo que hago y a lo que me dedico y cuanto más se haga en el mundo de la danza y del ballet, ¡mejor para todos!", expresa risueño el bilbaíno, quien se muestra motivado por expandir el interés hacia el ballet e incluirlo más a menudo en las agendas de cultura.

Igor Yebra contará el 8 de septiembre con una colaboración muy especial, la bailarina Oxana Kuchruk, su actual partenaire en la compañía de ballet. Estas dos estrellas de la Ópera de Burdeos bailarán las danzas más lentas, "haremos un dos pasos a dos".

intermedio Confiesa que no es fácil combinar estilos de baile distintos, y reunir además a varios colaboradores la preparación de una actuación. Si esto no resultara suficientemente complicado, la incorporación de melodías tradicionales con aires contemporáneos aumenta aun más el desafío. "Cuando se hacen cosas de este tipo, lo que se intenta es llegar a un punto intermedio", explica Yebra con respecto a la coreografía que se le asignó preparar para su colaboración.

La música tradicional vasca con aires innovadores de Korrontzi ha sido la fuente de inspiración en la que Yebra se ha guiado a la hora de prepararse. Sobre su actuación, anticipa que, pese que será la música folklórica la que pondrá banda sonora al espectáculo, "yo bailaré dentro del estilo al que estoy habituado. Cada uno haremos lo que sabemos hacer mejor". El artista reconoce que aún sigue asombrado tras el alcance que tuvo Zorba el griego, obra con la que el bailarín puso de relieve que el ballet tiene su lugar en Bilbao y entre los bilbaínos. Este artista bilbaíno ostenta el prestigioso título de Estrella de la Compañía de Burdeos, y con voz serena asegura que no le supone ninguna preocupación.

A Igor Yebra no le quita nadie un mínimo de cuatro horas diarias de ensayo. Cuando se acerca la función, los ensayos duran más de diez horas. "Hay que trabajar mucho, los riesgos que se corren son muy grandes. Al final, estoy aquí sin tener unas grandes lesiones. En los últimos siete u ocho años no he tenido descanso", confiesa.

agenda Para Yebra este año se presenta con más actuaciones que el anterior. Entre Las Termas de Caracalla y El Lago de los Cisnes, la estrella de la danza no ha tenido descanso. Ahora, es la Ópera de Burdeos lo que ocupa gran parte de su agenda, y es que lleva razón cuando dice: "No he tenido el parón vacacional que han tenido otros".

A su vez, explica que en su profesión y carrera no ha notado los coletazos de la crisis económica. En los siguientes meses, tiene programado varios espectáculos con la Compañía de Burdeos, con la Ópera de Roma también cuenta con varias producciones acordadas. Además, viajará a Lituania para representar la obra de La Bayader y más tarde a Uruguay con la Compañía de Julio Bocca.

En enero, Igor Yebra volverá a Bilbao, y será entre el 4 y el 9 de enero 2012, cuando, junto a varios bailarines invitados y alumnos de su escuela, representará la obra de El Cascanueces en el Arriaga. El bailarín explica que la obra está dedicada a todos los públicos, igualmente especifica que "la intención es acercar a los niños al mundo de la danza".

Precisamente el bailarín abrió hace unos años una academia de baile en Bilbao. Igor Yebra desea que los niños y niñas que quieren estudiar ballet clásico no pasen por lo mismo que él, que tuvo que marcharse de casa a los 13 años, ya que cree que "lo más importante es la familia y las raíces", y explicó que "no es bueno para la formación de cualquier niño que se aleje de todo y se vaya fuera de su casa".