barcelona. Con la muerte de Jaime Salom la pasada madrugada en Sitges (Barcelona), a los 87 años, desaparece uno de los últimos ilustres representantes de la dramaturgia española de la segunda mitad del siglo XX, en la que figuran nombres como Buero Vallejo, Antonio Gala o Carlos Muñiz.
Nacido en Barcelona el 25 de diciembre de 1925, Jaime Salom, que compaginó la escritura con el trabajo como médico oftalmólogo, profesión que abandonó en 1992, deja un legado compuesto por más de un centenar de obras teatrales.
El pasado mes de diciembre, según informó la SGAE, Jaime Salom legó sus obras al Centro de Documentación y Archivo (CEDOA) que la entidad de gestión de derechos de autor tiene en Madrid. Según la SGAE, de la que Jaime Salom era el socio número 14.759, meses atrás "sintiéndose mal de salud, decidió trasladar su residencia a Barcelona". Antes de ello, donó su producción teatral a los autores, para que sea la SGAE quien conserve y custodie tan importante patrimonio dramático, por el que Jaime Salom obtuvo muchos e importantes premios.
Entre sus obras destacan La casa de las chivas, Los delfines, La playa vacía, Una hoguera al amanecer, Tiempo de espadas, La piel del limón y La noche de los cien pájaros. Salom publicó sus últimas obras en la serie Teatro Autor de la Fundación Autor de la SGAE, y más concretamente títulos como El señor de las patrañas, Una hoguera al amanecer, Casi una diosa, Mariposas negras/Una noche con Clark Gable, La trama, El otro William, Más o menos amigas/Una hora sin televisión, Las señoritas de Aviñón y Esta noche no hay cine/La pecera y el mar.