E L sueco Paul Hansen ha sido galardonado con el primer premio en la edición de 2012 del certamen de fotoperiodismo más importante del mundo, el World Press Photo, por una instantánea que muestra la desesperación de un grupo de hombres en el funeral de una familia en una calle de Gaza. En esta edición ha sido distinguido el fotógrafo navarro Daniel Ochoa de Olza con el segundo premio en el rango de serie fotográfica de retrato, por unas fotografías que ilustran la vuelta a los ruedos del torero Juan José Padilla cinco meses después de recibir una grave cornada que le causó la pérdida de un ojo y la parálisis parcial del rostro.

Por otro lado, el español Bernat Armangué, fotógrafo de la agencia de noticias estadounidense Associated Press, fue reconocido con el primer premio en la categoría de serie de fotografías que cuentan una historia, por varias imágenes que captan el dolor de la población de Gaza por la escalada de violencia entre palestinos e israelíes el pasado mes de noviembre.

La fotografía de Hansen, fotógrafo en el periódico sueco Dagens Nyheter, muestra a un grupo de hombres desolados por la muerte de dos pequeños y su padre, cuyos cadáveres son llevados a hombros de camino a una mezquita para celebrar el entierro. Los niños, dos hermanos de dos y tres años de edad, aparecen amortajados en primer plano, mientras que por detrás les sigue el cuerpo de su padre.Los tres murieron al quedar su casa destruida en un ataque israelí con misiles, en tanto que la madre fue ingresada en cuidados intensivos.La fotografía ganadora fue tomada el pasado 20 de noviembre en la ciudad de Gaza.

Por el periodismo de calidad Bernat Armangué, foto periodista barcelonés que ha ganado el premio World Press Photo en la categoría "historias" con una impactante serie de imágenes de Gaza, cree que el periodismo está amenazado y que en España sobra talento pero faltan oportunidades. "El periodismo de calidad está cada vez más amenazado. Contar historias y contarlas bien requiere tiempo, esfuerzo, apoyo económico, logístico y humano y no siempre se combinan todos los factores. Parece que cada vez menos", dijo en una entrevista con Efe el fotógrafo, que añadió que se siente afortunado de "trabajar para una gran agencia". Armangué, de 34 años, mantiene la esperanza de que algún día se revierta esta tendencia, puesto que "talento y ganas de contar hay de sobra, solo hacen falta plataformas para poder contarlo".