PAMPLONA. Numerosos visitantes se han reunido en esta pequeña villa navarra de 130 habitantes que, situada en la merindad de Pamplona, ha vuelto a escenificar este lunes la captura del bandido Miel Otxin por parte de los vecinos del pueblo, hartos de sus fechorías.
La figura de este bandido que representa los malos espíritus será mañana ajusticiada y condenada a morir en la hoguera, mientras los vecinos bailan a su alrededor el zortziko de Lantz al son de la música de txistu y tamboril.
Pero antes, el bandido Miel Otxin se ha paseado hoy por las calles del pueblo, junto con otros personajes como Ziripot, vestido con sacos rellenos de hierba, que apenas se mantiene en pie; Zaldiko, mitad hombre-mitad caballo, que derriba continuamente a Ziripot en el recorrido por las calles de la localidad; y los arotzak, herreros del Zaldiko.
Por su parte, los Txatxos representan a la población de Lantz, con la cara tapada y enfundados en ropas viejas y de vivos colores, que arremeten con escobas de paja a las personas que asisten a la representación.
La fiesta, que no tiene una fecha fija pero se celebra siempre en vísperas del miércoles de Ceniza, 40 días antes del Domingo de Ramos, ha rendido este año un homenaje a los hermanos Julio y Pío Caro Baroja.
Una placa descubierta en la plaza por Pío Caro-Baroja, hijo de Pío Caro Baroja, así lo recuerda desde hoy: "1964-2014. El pueblo de Lantz, en agradecimiento a los hermanos Julio y Pío Caro Baroja por su contribución a la recuperación y divulgación del carnaval de Lantz, en su cincuenta aniversario".
"A mi padre le hubiera gustado mucho estar hoy aquí, ha estado esperando hasta última hora, pero tiene 86 años y está ahora con bronquitis", ha señalado Pío Caro-Baroja tras agradecer el reconocimiento. "Esperemos que se recupere pronto porque está deseando venir", ha agregado.
Caro-Baroja ha valorado además la labor de su padre y de su tío en la recuperación del carnaval que, según ha dicho, "fue un hito por muchas cosas". "Primero, porque se recuperó una tradición que felizmente ahí sigue y con mucha fuerza", ha comentado el hijo de Pío Caro Baroja para resaltar también la forma "pionera" en la que se hizo.
Junto al trabajo de su familia, ha ensalzando la labor del pueblo de Lantz, "tan querido para los dos hermanos", ha dicho, sin la cual estas fiestas "tan importantes" se hubiesen perdido.