Miguel Izu ‘mata’ a Caravinagre en su primera incursión en la novela
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pamplona - Autor de numerosos ensayos jurídicos y políticos, Miguel Izu debuta en la novela con El asesinato de Caravinagre, una historia de corte políciaco que acontece en los Sanfermines de 2013 y que protagoniza Rafael Echarte, abogado novato que se verá envuelto en una enrevesada intriga tras aceptar la defensa del presunto homicida. Por el camino, el autor hace desfilar a una galería de curiosos personajes y se aproxima a algunos aspectos de la realidad sociopolítica de Navarra, apostando por un desconcertante desenlace.
Para abordar el reto de la ficción, Izu se ha aplicado la máxima que formuló Umberto Eco cuando se estrenó en la novela con El nombre de la rosa a los 48 años. El semiólogo vino a decir que hay cosas sobre las que no se puede teorizar, sino que hay que narrar, y el funcionario pamplonés tenía en mente desde hace tiempo “temas que me apetecía tocar y que veía que no cabían en uno de esos ensayos que he escrito y que no se lee nadie”, bromea el autor, que ayer presentó el texto en el Club Taurino acompañado de Javier López de Munáin. Editada por Siníndice, esta historia comenzó a tomar forma hace un año. “Se me ocurrió que una novela policíaca en los Sanfermines podía ser original, y cuando ya estaba escribiéndola, me enteré de que había otra anterior, pero es que cuando la acabé, descubrí otra más”, explica Izu, en referencia a Las lágrimas de Hemingway, de Reyes Calderón, y a Un extraño lugar para morir, de Alejandro Pedregosa. “Las leí después de terminar y vi que no tienen mucho en común con la mía”, si acaso, las tres se apoyan en un personaje emblemático de las fiestas. “Las dos matan de alguna manera a Hemingway, ya sea a uno de sus dobles o al inquilino de la habitación que dicen que ocupaba en La Perla, y que en realidad jamás ocupó”, y “yo he buscado a un icono que quizá es más simbólico para los de aquí”, como es Caravinagre. Y es que es el asesinato, el mismo 6 de julio, del portador del kiliki lo que desencadena la acción y lo que coloca en primera línea a Echarte, hombre de leyes que atraviesa una doble crisis, económica y personal, cuando recibe el encargo de defender al supuesto criminal. En su intento de liberarle y de averiguar la verdad, el abogado recibirá consejos para que abandone e inquietantes ofertas de ayuda, así como advertencias de que su cliente podría ser el chivo expiatorio de una intrincada conspiracióncon amenazadoras ramificaciones políticas. Porque, aunque en este caso desde la ficción, Miguel Izu no ha abandonado su interés por divulgar su visión sobre las peculiaridades de la Comunidad Foral. No en vano, este relato arranca el primer día de las fiestas de 2013, cuando se produjo el conocido incidente de la ikurriña. “Me interesa hablar de las cosas que pasan aquí, a la gente de aquí, de qué discutimos y qué tornillo nos falta”, apunta. No hay que olvidar que entre sus títulos hay algunos como El régimen jurídico de los símbolos de Navarra o El régimen lingüístico de la Comunidad Foral de Navarra.
trozos de realidad Aunque el personaje principal es abogado, profesión que él ejerció en sus inicios, afirma que tiene poco que ver con él. Eso sí, reconoce que la ficción “siempre se hace con trozos de realidad y yo los Sanfermines los conozco muy bien, así que sí que hay personajes que tienen cosas mías y de gente de mi entorno; también hay situaciones que he vivido y otras que me han contado, pero hay muchas que me he inventado directamente”. De todos modos, “si los lectores tienen empeño, seguro que se encontrarán todos”.
Una vez en las librerías, Izu ahora solo desea que la novela “guste a cuanto más público mejor” y en adelante no descarta seguir con los mismos personajes, en plan saga, o incluso tirar de una de las subtramas de este texto, “pero de momento es una y aquí está”. Lo que tiene claro es que seguirá escribiendo, ficción u otras cosas. “Es un vicio que tengo”, dice.