madrid - Al cantaor Francisco José Arcángel Ramos no le impone aparecer en escena semidesnudo y disfrazado de centauro, sino ser parte de la fuerza y energía que emana de El Público, la obra que estrenará mundialmente el Teatro Real el próximo 24 de febrero. “Es una obra compleja de concepto y hay ciertas partes en las que me pierdo porque es de un surrealismo bastante denso”, bromea el cantaor en medio de los ensayos de la ópera que firma Mauricio Sotelo con libreto de Andrés Ibáñez a partir de la obra de Federico García Lorca.

Su papel, uno de los tres caballos, es fundamental musicalmente porque acerca el lenguaje clásico al del flamenco, “y viceversa”, una tarea en la que Arcángel y el compositor llevan trabajando desde 2001, aunque, reconoce, adaptarse a la mezcla “le cuesta”. Sotelo “parte de un respeto absoluto tanto por el flamenco como por la música clásica y creo, como él dice, que El Público suena a azul oscuro, a profundidad”.

“Esta obra es capaz de sumergirte en un estado espiritual. Es un equilibrio perfecto entre los sonidos que Sotelo suele usar y la música clásica y se acerca más al mundo de la armonía que una obra contemporánea”, describe. “Es otra estructura expresiva y lo más moderno es arriesgarse en ese sentido, mantener la puerta abierta a la investigación”, añade.

“Es tiempo de juntarse, de hacer sinergias, de explorar en otro mundo. Lo de los aplausos es lo de menos. Uno vive gracias a la música que lleva dentro, a lo que siente cuando la escucha”, remata Arcángel, uno de los mayores defensores, presume, “de la tradición” en el flamenco. - Efe/D.N.