donostia - La Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) reestrenará, casi cien años después de su primera representación, la ópera La llama, del maestro donostiarra José María Usandizaga, con motivo del centenario de su fallecimiento. La ópera más desconocida del compositor, quizá porque se estrenó después de su muerte, se podrá ver en versión concierto el próximo martes 24 en el Auditorio de Baluarte de Pamplona, después de una gira por la CAV (ayer se estrenó en el Teatro Principal de Vitoria, mañana estará en el Palacio Euskalduna de Bilbao y el viernes y el sábado en el Auditorio Kursaal de Donostia).

“Hace más o menos año y medio que la OSE contó conmigo para este reestreno, he tenido más o menos el mismo tiempo que tuvo Usandizaga para escribirlo, y no tenía ni idea de que me iba a encontrar con una partitura tan difícil de leer”, explicó ayer Juan José Ocon, director donostiarra responsable de dar forma a este proyecto. A su juicio, esta ópera no suena claramente a música vasca, como ocurre con otros trabajos de Usandizaga, sino que la definiría como “música arabesca, con sonidos orientales”. “Esta obra es una joya, con mucha magia y color”, destacó.

Los más de 2.000 compases que forman La llama provocarán distintas reacciones en el público, señaló Ocón, quién subrayó el trabajo del coro Andra Mari, que comienza la actuación con conversaciones, no limitándose a cantar; y de los ocho solistas que participan en el proyecto. “Hacen un gran trabajo, y cada uno de ellos proporciona un color diferente”, declaró el responsable, quien opinó que con sus actuaciones el público será capaz de saber qué está pasando en ese momento de la historia. “Cuando alguien cante con tensión, los espectadores reconocerán que habla de la muerte, y cuando una pareja se líe con la orquesta al cantar, será evidente que hablan de amor”, precisó.

Por su parte, el director general de la formación sinfónica, Oriol Roch, destacó que es un proyecto que les apetece sobremanera, ya que “marca un hito en nuestra temporada y también en el Año Usandizaga”. Aparte de la importancia social y cultural, Roch subrayó la relevancia musical del redescubrimiento de la partitura y definió la figura de Usandizaga como “un compositor con mucha proyección hacia fuera; por un lado, siempre tuvo presente la identidad vasca, pero también tuvo relación con Europa”. - Marta Esnaola