Izal busca su consolidación como banda con ‘Copacabana’
El tercer disco del quinteto ‘indie’ más potente del momento tiene una notable carga electrónica
madrid - Dos años después de Agujeros de gusano y tras cinco años de andadura, Izal regresan con Copacabana, su tercer largo, convertidos en la banda independiente del momento, después de haber crecido exponencialmente durante las últimas dos temporadas y haber actuado en el BarclayCard Center de Madrid ante 12.000 fieles.
“No creo que haya habido un punto de inflexión en nuestro éxito”, plantea el vocalista y guitarrista pamplonés Mikel Izal, para después agregar que más bien han sido “todo pasos y más pasos”. “Alguien podría pensar que fue el Palacio de los Deportes, pero eso no es un punto de inflexión porque llegar allí lleva mucho trabajo”, apostilla.
Mikel subraya que ellos no son un grupo aupado por “un señor de una discográfica” que les puso a tocar en Las Ventas: “Ese sí habría sido un punto de inflexión, pero nuestra historia es la de gente que empieza y poco a poco, si tienes la suerte de que el boca a boca te acompañe, vas tirando. Twitter y Facebook es un boca a boca muy potente y a nosotros nos ha funcionado”.
Iván Mella ahonda en la cuestión con una reflexión: “Es curioso que muchos de nuestros haters nos encumbraron al principio. Lo vemos en Twitter. Gente que antes comentaba a favor y ahora no, pero nosotros seguimos siendo los mismos tocando nuestras canciones. Lo único que ha cambiado es que nuestro poder de convocatoria es mayor y por alguna extraña razón ya no les gustamos por eso... es una buena señal que cada vez tengamos más comentarios negativos”.
Copacabana no es un disco tropical, a pesar de lo que pueda parecer. “Éramos plenamente conscientes del juego y del despiste. Nos hacía gracia que vieran el diseño del disco, jugando con esa sordidez, porque Copacabana lo mismo es una playa como un puticlub. Es un concepto con luces y sombras, que es además lo mismo que tiene siempre nuestra música”, explica Mikel.
“No tenemos miedo de meternos en jardines musicales como puedan ser este tema; nunca habíamos hecho algo con semejante carga electrónica, pero nos encanta”, cuentan, precisando que no han buscado “canciones para que en el directo suenen bien, sino que la energía del directo se plasme en la canción grabada”. - E.P./Efe