Síguenos en redes sociales:

Casona y el exilio

Casona y el exilio

Una obra como La sirena varada puede ser suficiente legado para dignificar la creación teatral de un autor, Alejandro Casona, que moría un 17 de septiembre, el de 1965, después de haber conocido el exilio y después de haber dado al público español, mejicano y argentino piezas notables, como la citada anteriormente (obra de 1934), La barca sin pescador (1945) y, sobre todas las cosas, La dama del alba (1944), la más estudiada y reconocida de todas las suyas. Evidentemente, su participación activa en proyectos como el Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas le llevarían al retiro obligatorio después de la Guerra Civil y, por ello, el reconocimiento del valor de dicha obra se vio perjudicado hasta su vuelta a casa en 1962, si bien siempre contó con el apoyo de quienes conocían su obra y no solo al otro lado del atlántico, donde el público valoró positivamente su quehacer y siempre lo disfrutó.

Nada de ello, en cualquier caso, nos impide hoy en día degustar dicha obra, una de las que más contribuyeron a lo que José-Carlos Mainer considera una “dignificación” de la comedia dramática en tiempos de mitos como García Lorca y otros autores populares, como Jardiel Poncela. Es ahora cuando Austral reedita, en un mismo volumen, La sirena varada y Los arboles mueren de pie. La primera de ellas le supondría a Casona el premio de teatro Lope de Vega ese mismo 1934 y la segunda, de 1949, es una de sus más significativas obras literarias, junto a otras como El caballero de las espuelas de oro (1964), editada inicialmente poco antes de fallecer Casona en Madrid, allá por el año de 1965.

Y, también ahora, Castalia edita Nuestra Natacha, obra de 1935 que pasa por ser una de las más ambiciosas de Casona, quizá porque pertenece a un autor todavía joven, al que el fascismo todavía no había despojado de todo, a excepción de la esperanza en una sociedad más avanzada, aquella que perseguían quienes, como él mismo, soñaban con avances tan necesarios como una educación más cercana a las necesidades del pueblo.