El agur de Oskorri
Un Baluarte abarrotado y sin un asiento libre acogerá mañana (19.45 horas) el último concierto del grupo vizcaíno en la capital navarra, a donde acude para decir adiós a un trabajo de más de 40 años de trayectoria y cientos de éxitos.
La fila de personas que esperaba la apertura de la taquilla de Baluarte a primera hora de la mañana ocupaba gran parte de la acera. Los teléfonos sonaban. “Para mí diez”, “para mi cinco”, “yo quiero quince”, decían impacientes todos -o casi todos- al acercarse al punto de venta. Las entradas se terminaron en media hora. Y es que, después de más de cuatro décadas sobre los escenarios, Oskorri se despide de los escenarios. En Baluarte, que acogerá mañana su último concierto en Iruñea, no cabrá un alfiler y los ojos de las miles de personas que acudirán estarán bien abiertos, al igual que los oídos, para ver y escuchar a Natxo de Felipe, Anton Laxa, Bixente Martínez y los suyos decir agur.
Han sido 45 años de música ininterrumpida, de millones de kilómetros, miles de escenarios y cientos de canciones grabadas lo que el grupo vizcaíno deja atrás con la gira Hauxe da despedidia, de siete conciertos y una única parada en la capital navarra, con la que dejan atrás una música que, siendo vasca, les abrió muchas fronteras. Mañana, la cita será a las 19.45 horas, convocada por la Federación de Ikastolas de Navarra en su 50 aniversario, donde, si el grupo se mantiene fiel a los conciertos que está dando en otras ciudades, no faltarán clásicos como Aita semeak, Furra furra o Gaztelugatxe. En el concierto, además, los presentes podrán viajar por diferentes épocas del grupo, como Atzo goizean, Guretzat, Euskaldun berriaren balada, Emazurtz, Aita gurea, Ez zaitez joan oraindik, Violentaren martxa, Sautrela, Euskal Herrian euskeraz y Gora ta gora beti, entre otras.
Labor intensa y extensa
Un trabajo con criterio, finura y modernidad
El trabajo de Oskorri ha ido adaptándose a todas las épocas por las que ha pasado en sus más de 40 años de andadura. El grupo comenzó desafiando a la dictadura franquista, cantando casi a escondidas, con el aliento del poeta Gabriel Aresti lleno de compromiso y exigencia, en el que basaron buena parte de sus letras. Su labor musical, siempre intensa y extensa, ha permanecido durante todos estos años comprometida con un buen criterio, una finura y una modernidad que han sabido bucear -y de qué manera- por el mundo sonoro y literario tradicional. Oskorri ha sido desde sus inicios un grupo creado y recreado sin prejuicios y con todo tipo de contaminaciones del pop, del rock, del jazz... Su trabajo, siempre honesto, ha sido bien defendido sobre el escenario, laborables y festivos, de plaza en plaza.
Su evolución
Los años 80, la época dorada del grupo
Sin duda, los años 80 fueron su época dorada. De ahí provienen sus canciones más conocidas -Furra furra, Violentaren martxa o Euskal Herrian euskaraz-, y un sonido que se tornó hacia lo electrónico a mediados de decenio, donde la guitarra de Bixente Martínez tuvo un gran peso en la mayoría de sus temas. El grupo entró en los 90 con una oleada de cambios en la formación, aunque siguió con su trabajo constante. A finales de siglo, la banda lanzó su segundo disco en directo, que supuso un éxito total en ventas. Aquel directo se tocó en Getxo -una de las ciudades escogidas para dar los últimos conciertos del grupo-, donde se reunió todas las canciones más míticas y la colaboración de otros muchos artistas, como Fermin Muguruza, Mikel Laboa, Ruper Ordorika o Niko Etxart, así como otros músicos del panorama nacional e internacional. Este trabajo, sin duda, consolidó a Oskorri como una de las mayores referencias musicales de la cultura euskaldun y un grupo folk de primera a nivel internacional.
En definitiva, se consolidó un grupo de gran tamaño que entró en el nuevo milenio con mucha fuerza. Además, en el año 2000 se abrió una nueva y última etapa del grupo, en la que mezclaron diversos estilos y contaron con la colaboración de muchos artistas en sus canciones. Pero Oskorri, que tan fuerte soplaba, fue aminorando su fuerza como consecuencia de la crisis, que le atizó con garra.
Ahora, pese a que su música deje de sonar, Oskorri es y siempre será un referente entre la música vasca. Así se ha consolidado durante varias generaciones hasta llegar a los niños de ahora, que crecen con las canciones infantiles de Kukibiltxo, grupo de teatro que ellos mismos crearon a principios de los años 90.
Con el concierto de mañana, el grupo cierra el capítulo de su actividad musical como mejor sabe, ante un público expectante y dispuesto a disfrutar de una música que ya se ha convertido en un icono cultural.
1976
Gabriel Arestiren Oroimenez
1984
Alemanian euskaraz
1986
In Fraganti
1991
Hi ere dantzari
1996
25 Kantu urte
2006
Desertor
El concierto, en Baluarte. El último concierto del grupo vizcaíno en Iruñea tendrá lugar en el Auditorio Baluarte mañana, a las 19.45 horas, para el que todas las entradas están vendidas.
La gira de despedida. Otoño acoge la última gira de la banda, ‘Hauxe da despedidia’, una despedida compuesta por siete conciertos diferentes, en los que se escuchan los temas más conocidos como ‘Aita semeak’, ‘Furra, furra’ o ‘Gaztelugatxe’, entre otros.
Más en Cultura
-
La Orquesta de Córdoba presenta ‘Leonora y los sesenta granos de café’, con Belén Otxotorena
-
La exposición de miradas que se miran, de Ángela Moreno, en el Museo Gustavo de Maeztu
-
Zea Mays versiona ‘Hay algo aquí que va mal’ de Kortatu
-
Crítica de 'La mujer del pantano': la memoria, un lugar incierto