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El “descentramiento” de Txomin Badiola, en el Palacio de Velázquez del Retiro

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El “descentramiento” de Txomin Badiola, en el Palacio de Velázquez del Retiro

madrid - La exposición Txomin Badiola. Otro Family Plot, primera gran retrospectiva institucional en Madrid dedicada a este artista, es un gran retrato del creador vasco realizado por él mismo en colaboración con otros artistas. Así definió el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, la muestra que abrió ayer sus puertas en el Palacio Velázquez del Retiro formada por 60 obras, entre fotografías, dibujos, piezas escultóricas e instalaciones multimedia y que abarca desde los años ochenta hasta la actualidad. “Es una exposición de Txomin Badiola por Txomin Badiola”, una figura clave del arte español actual “no solo por su obra sino porque es catalizador de muchas inquietudes de otros artistas de su generación y de otros más jóvenes”.

Según Borja-Villel, su obra se presenta siempre como un diálogo en el que explora referencias a través de la escultura, la pintura y el cine y en la que “Oteiza es esencial. A partir de su figura ha hecho un trabajo monumental que abarca tanto obras, como escritos y un catálogo”. La exposición no es una retrospectiva en el sentido tradicional, ya que “ha habido un diálogo con otros artistas y colaboradores de Badiola”, y en ella Joao Fernandes ha actuado como comisario asistente. En este dialogo han participado, junto al comisario, Ana Laura Aláez, Ángel Bados, Jon Mikel Euba, Pello Irazu, Asier Mendizabal, Itziar Okariz y Sergio Prego, que han seleccionado cada uno de ellos diez obras de Badiola y han realizado grabaciones en las que razonan su elección. Los interlocutores han sido otros artistas más jóvenes.

Badiola (Bilbao, 1957) recordó que, cuando le propusieron la exposición, pensó que su “descentramiento hacia los demás iba a ser clave de la muestra”. Eligió, por ello, a artistas de su “alrededor” y con los que colabora en la creación tanto de sus obras como de las de ellos. Los trabajos de Txomin Badiola son resultado “de una permanente lucha y conflicto para ser capaz de asumir decisiones y no aceptar imposiciones. Su obra es siempre la expresión de un conflicto” y la obra de arte ha sido para él “el sentido de una complejidad”, en opinión de Joao Fernandes. El recorrido no es estrictamente cronológico ni tampoco temático, ya que responde a problemáticas que han buscado respuestas de manera acumulativa a lo largo del tiempo. “Por mi manera de trabajar, la idea de evolución está permanentemente traicionada. Los temas vuelven a aparecer y son continuamente reinterpretados”, remarcó.

La muestra se divide en siete espacios: Formas deseantes, bastardas e insatisfechas, Sobrevivir entre signos, ser signo,Un Yo-imagen. Alteridad ineludible. Todo es vanidad, Necesidades públicas/Pasiones privadas, El grupo, la banda yFrase-imagen-cosa. En todas ellas, el artista interroga al espectador y asume el conflicto de erigir un discurso con el otro, ya que tiene que entenderse su obra como la expresión de un conflicto entre discursos, signos y referencias. - Efe