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Richard Gere se asoma a la Donostia de los ‘sin hogar’

El actor visita el centro de día que gestiona la Fundación Rais, de la que su pareja es madrina, para visibilizar a las personas sin hogar y la labor de quienes trabajan con ellas

Richard Gere se asoma a la Donostia de los ‘sin hogar’

El actor estadounidense Richard Gere se asomó ayer a la otra cara de Donostia, la de los desheredados, para apoyar el trabajo de la Fundación Rais en un centro de día para personas sin recursos que gestiona esta entidad de la que su pareja, la española Alejandra Silva, es madrina.

Apenas dos horas después de llegar a la ciudad, el intérprete estadounidense hizo su primera aparición pública en un escenario alejado de focos, trajes de gala y alfombras rojas. Acompañado de su pareja y recibido por el alcalde, Eneko Goia, el actor llegó al centro de día que la Fundación Rais gestiona en el centro de Donostia para sensibilizar sobre la causa de las personas sin hogar, en la que se centra la película Invisibles, que presenta en el Zinemaldia.

Tras saludar a varias aficionadas de mediana edad que se habían enterado de la visita, Gere se acercó a los medios de comunicación para valorar el trabajo de las personas que trabajan con los homeless “día a día”. “Yo puedo hacer una película, puedo viajar alrededor del mundo, la gente viene a hacer fotos y hablamos sobre ello; pero esta gente, que trabaja en las calles todos los días, cuando no les apetece, cuando están cansados, cuando las cosas no van bien, estas personas son a las que queremos apoyar”, manifestó el actor.

Recordó que una persona sin hogar de Nueva York con la que colaboró para rodar le película, puesto en pie, tras ver la cinta, exclamó: “Quiero que todo el mundo sepa que nosotros también somos seres humanos”. “Ése es el mayor mensaje. Todos somos seres humanos. Unas veces estamos arriba, otras veces abajo, unas veces somos estrellas de cine, otras veces no, pero todos somos seres humanos”, afirmó el intérprete de títulos como American Gigoló, Pretty Woman o Chicago.

También se felicitó por el respaldo del Ayuntamiento y de su alcalde al proyecto de la Fundación Rais, que desarrolla “gente que está haciendo un trabajo honesto, cara a cara, tocando, todos los días, eso es lo más importante”. Se refirió, asimismo, al proyecto denominado Housing First, que proporciona el acceso a una vivienda y el apoyo psicosocial necesario para que las personas sin hogar abandonen la calle, una metodología que la Fundación Rais desarrolla en Euskadi a través del programa Hábitat.

Richard Gere habló también de cómo se siente de nuevo en San Sebastián, una ciudad que le galardonó con el Premio Donostia en 2007, y a la que llegó con un enorme jet-lag. “Me sentía muy cansado, pero algo pasa cuando estoy entrando en el País Vasco, empiezo a sentirme bien, y cuando estaba cerca de la ciudad mi corazón se ha empezado a abrir, recordando las maravillosas veces que he estado aquí, en San Sebastián, una maravillosa ciudad”, comentó el actor.

Continuó regalando los oídos del alcalde al asegurar que los lugares no son maravillosos por sus edificios, sino por su gente, “y la de San Sebastián es adorable, amable, dulce y generosa”. “Me hace sentir feliz de estar aquí”, añadió. Este fin de semana el guía será él, bromeó, ya que Alejandra Silva, aunque es española, no había estado nunca en Donostia. “Tenemos tiempo para ir a tres o tal vez cuatro restaurantes. Es muy difícil encontrar buena comida aquí, es un verdadero problema”, bromeó Gere.

El alcalde donostiarra, Eneko Goia, se mostró agradecido por el gesto de Richard Gere, que permite hacer visible la realidad de las personas sin recursos, “que también existe, que también es Donostia”. Expresó igualmente su apoyo a la fundación Rais, con la que el Ayuntamiento colabora en este centro, que es de titularidad municipal y también en otros recursos, como el de Zorroaga.

recibimiento Aunque Richard Gere ha visitado anteriormente el Zinemaldia, algunos fans le siguen recibiendo como si fuera la primera vez, con la esperanza de fotografiarse junto a la estrella de Hollywood, y ayer eran muchos (más que otros días) los que esperaban su llegada al hotel María Cristina, solo varias horas antes de su visita a las instalaciones de Rais.

Con gorra, vaqueros, americana y una camisa abierta bajo la que vestía una camiseta oscura, el actor estadounidense, que llevaba también una gafas redondas para la vista, se detuvo varios minutos para atender a seguidores y cazaautófragos. Se acercó a algunos de ellos y se dejó fotografiar, con una sonrisa permanente, con los que se encontraban en primera fila, que no eran solo mujeres. - Efe