“¿Malas pulgas? No, soy un bendito”
Disfruta con su profesión de cocinero, pero reconoce que la televisión le pone, le gusta y le da vida. Otra vez se ha convertido en una ‘Pesadilla en la cocina’ en La Sexta
pamplona. En esta ocasión, Chicote se ha reinventado y muestra distintas facetas: momentos más dulces y sus actuaciones a cara de perro cuando algo le desagrada y ve cómo un negocio se va al traste por una mala gestión, por falta de calidad en la cocina o las malas relaciones entre los que están al frente de un restaurante. El chef madrileño no solo es una pesadilla en la cocina de La Sexta desde el pasado jueves, también hemos visto cómo pone la lupa a las dietas de adelgazamiento o descubre nuevos mitos en la alimentación.
En este caso, se ha mostrado más delgado y esbelto, se ríe de este nuevo calificativo: “¿Esbelto yo? Si usted lo ve así, gracias. Es cierto que he adelgazado cambiando determinados hábitos y he empezado a poner mi cuerpo en movimiento”. Con cierta ironía dice que es un bendito y que genio sí tiene, pero malas pulgas no.
Ya tenemos en la parrilla de otoño al Chicote de las malas pulgas.
-Pero qué imagen tiene de mí, ¿malas pulgas yo? No, le aseguro que soy un bendito.
Supongo que es una ironía o que le ha cambiado el carácter.
-Ironía un poco. No es una cuestión de malas pulgas, de genio quizá, lo que pasa es que no siempre lo que te encuentras en un restaurante es lo que debería ser.
En otras ocasiones, además de suciedad, mala gestión y otros detalles, se ha encontrado algún ratón muerto en un lavavajillas, ¿ha vuelto a ocurrir?
-Ja, ja, ja? Se quedan con lo más escabroso. No me he encontrado con ningún otro ratón, nos hemos encontrado otras cosas. Pesadilla en la cocina intenta ser diferente en cada ocasión.
¿Alguna cucaracha u otro animal que no tendría por qué estar en la cocina?
-Que no. Esta temporada nos hemos ido a otros temas y buscado otro tipo de restaurantes. El jueves, día que arrancábamos temporada, vimos el programa en un barco convertido en restaurante?
Donde también le salió el mal genio.
-No es mal genio, es decir las cosas claras. A veces el tono no es el de una conversación amable; pero mal genio no. Es que tengo un genio normal. Pero siempre hay que decir las cosas claras, para eso está Pesadilla en la cocina. También nos hemos ido a uno de esos restaurantes de despedidas de solteros y solteras. Hemos llegado a dar una boda.
Vamos, que se ha reinventado.
-Más o menos, hemos estado en un camping, hemos estado en un restaurante flamenco en Utrecht.
¿Cree que hay más o menos restaurantes con problemas desde que usted empezó hace cinco temporadas?
-No sé decir, no tengo una estadística sobre eso. Como todo en esta vida, los habrá que estén bien y otros mal. Yo solo sé los que llaman a la convocatoria del programa para participar en Pesadilla en la cocina.
También se mete ahora con las dietas.
-No, yo no me meto con nada. Hemos hecho un programa sobre dietas porque Antena 3 me lo pidió y también me he involucrado. He seguido una de ellas, he cambiado mis hábitos para mejor y estoy encantado. Me ha ido de maravilla.
¿Cuántos kilos ha adelgazado?
-Voy por 14 kilos menos, pero lo importante no son los kilos que pierdas?
¿Las dietas no son para perder kilos?
-No siempre. He instalado en mi vida unos hábitos alimenticios y vitales mejores y me sientan muy bien. Estoy muy a gusto ahora.
No puedo creerme que usted comiera mal.
-Esa no es la cuestión, pero quizá no llevaba unos hábitos del todo saludables. Si se come de forma saludable, y además hay, no solo en cuestión de comida sino también en otras facetas de tu vida unas normas más sanas, estoy seguro que el peso no aumenta.
¿Qué tipo de dieta hace?
-Es mediterránea y es un intercambio de alimentos. Se hace fácil porque no tienes que eliminar ningún grupo de comida. Si controlas lo que comes es una dieta que se hace cómoda. Al principio, siempre cuesta cambiar un poco los hábitos pero luego todo es sencillo. Yo estoy a gusto y me veo mejor.
Dicen que la vida de un chef es muy ajetreada y esclava.
-No te quepa ninguna duda. Es una profesión exigente y que necesita toda tu dedicación. Pero supongo que cualquier profesión es exigente si se hace bien.
¿Cómo se las arregla usted haciendo tanta televisión y teniendo un restaurante?
-Con un gran equipo por detrás, un equipo que cubre a la perfección mis ausencias y que me facilita el poder hacer otras cosas. El secreto está en saber delegar y saber confiar en los que tienes a tu alrededor.
¿Se puede considerar un programa de cocina a lo que estamos viendo ahora en televisión y que se salen de los de recetas?
-Tal y como se planteaba antes, no. Ahora son programas de cocineros, propietarios, hosteleros, concurso? Ahora todo el mundo entiende su posición en el prime time sobre todo desde la aparición primero de Pesadilla en la cocina y después de MasterChef o Top chef, entre otros. Ahora los cocineros formamos parte del entretenimiento de los espectadores.
¿Eso es bueno?
-Yo creo que sí. Viendo estos formatos se puede aprender mucho de la cocina también. La cocina no es solo dar recetas, que está muy bien, tienen mucho público, es también diversión, entretenimiento y expectación.
Superalimentos SuperalimentosLos mitos de los alimentos
-Son muy agradecidos. El espectador está ávido de saber y la gastronomía interesa cada vez más, nos interesa saber qué estamos comiendo y en qué nos puede beneficiar. La gastronomía y la cocina están en el punto de mira de los ciudadanos.