Tras congregar a nada menos que 50.000 personas en la retrospectiva del pasado verano en la sala Kubo del Kursaal de Donostia, Jesús Mari Lazkano (Bergara, 1960) ofrece ahora la oportunidad al público navarro de disfrutar de su arte en la Casa de Cultura de Aoiz.
Natura es el título de la exposición que puede visitarse allí hasta el día 26 de este mes de noviembre, y en la que el pintor guipuzcoano presenta obras de la serie que se mostró en San Sebastián y a las que suma alguna pieza más reciente. Dicha serie, que el artista califica de “neosublime”, plantea “cómo la propia naturaleza todavía puede mostrarnos mucho más que lo que nosotros vemos en ella”, dice Lazkano. “Normalmente nuestro acercamiento a la naturaleza es en relación al ocio, o a esa idea mas o menos utópica de la libertad, de lo originario; pero no es solo eso, a través de una nueva sensibilidad podemos hacer que esa naturaleza nos cuente muchas más cosas”, reflexiona el pintor vasco al hilo de esta muestra, que también alerta al espectador de “una situación de desequilibrio” y le hace preguntarse qué está haciendo el hombre con la naturaleza. Porque la idea romántica de lo sublime, en palabras del artista, “en realidad es una categoría estética que nos sitúa siempre ante la duda, ante la angustia: nos enfrenta en este caso a una naturaleza casi inabarcable que hace que sintamos casi que no somos nadie. La fuerza poderosa de la naturaleza minimiza nuestra posición en el mundo. Ahora ya no podemos ver la naturaleza desde ese punto de vista nostálgico y sublime de lo romántico, porque esa propia naturaleza se está volviendo casi contra nosotros, se está rebelando, autodestruyendo incluso”. Natura sitúa al visitante ante “paisajes imposibles pero que podrían llegar a ser verosímiles, reales algún día”. Mares que se colmatan, que se abren, donde surgen cascadas, montañas que vuelan... Es una naturaleza rebelada, que se revuelve.
Aunque las imágenes pintadas son inexistentes tal y como se muestran, y contienen un componente surrealista, surgen de vivencias reales y directas del artista con la naturaleza. “A la hora de pintar un monte, puedo ir a Internet y mirar miles de imágenes de montes, pero si yo no he vivido ese monte, si no he estado ahí, si no he sudado subiendo hasta la punta, si no he pasado frío, si no me he mojado bajo la lluvia, ese paisaje a mí no me dice nada. Tengo que partir de una experiencia directa y vivir intensamente la naturaleza para luego poder reconstruir con ese material imágenes con cierto interés y cierta intensidad, con cierta carga de energía”, reconoce Lazkano, navegante y montañero, y quien con 9 años ya se decantaba por los paisajes naturales en los primeros cuadros que pintó.
La exposición en Aoiz reúne en total 25 obras, entre bocetos y pinturas de gran tamaño -hay una pieza de 8 metros-. El artista ha tenido especial interés en mostrar bocetos para dar “un componente pedagógico a la exposición, mostrando no solo obra acabada, sino también pruebas y acercamientos que te llevan a pintar esos cuadros grandes. De esta manera, los visitantes pueden vivir esa idea de proceso que para mí es tan importante, porque los cuadros van evolucionando, van creciendo y destruyéndose a la par que van pintándose. Nunca hay una imagen definitiva desde el principio”, sostiene Lazkano.
Aoiz, un “magnífico espacio”. En la localidad de Aoiz han acogido con “gran ilusión” la exposición de Lazkano, uno de los artistas vascos más interesantes de las últimas décadas. Y él, también. “Para mí es un placer, es una casa de cultura espléndida, con muy buenas condiciones, que para sí quisieran muchas ciudades del país... ni Iruña tiene una sala tan bien planteada y tan limpia. La conocí a través de Xabier Morrás, que siempre ha sido mi referencia y mi gran maestro, y sigue siéndolo; cuando él inauguró en Aoiz el año pasado, surgió la oportunidad de que me invitaran, y yo encantado”, cuenta Lazkano.
Obra de este mismo verano. Natura exhibe, junto a obras que se mostraron en la pasada gran retrospectiva del Kursaal, bocetos que Lazkano pintó en Washington el pasado mes de julio mientras la exposición de Donostia estaba colgada, más algún paisaje de gran tamaño también reciente.
Horario. Natura puede visitarse en Aoiz (sala grande de la casa de cultura) hasta el 26 de noviembre, de martes a sábado en horario de 18.30 a 20.30 horas.