santa cruz de tenerife - La cantautora canaria Rosana Arbelo ha grabado en el salón de su casa su último trabajo, En la memoria de la piel”, al que considera, “con diferencia”, su mejor disco y el más mágico.
¿Por qué? Porque plasma de forma milimétrica dónde se encuentra ahora y porque para grabarlo decidió desmantelar su casa de Madrid llenándola de cables y amplificadores, convencida de que el sonido que buscaba no estaba en ningún estudio, sino en su propio hogar. Capaz de convertir en himnos canciones como Talismán, Si tú no estás aquí o A fuego lento, confiesa que “hasta la portada del disco es especial”. En ella se puede ver a la cantante con su sobrina, ambas adormiladas, sin maquillaje, sin focos y sin posados. La imagen, sacada de forma improvisada en un chiringuito, refleja con total sinceridad lo que quiere transmitir en su disco: “la piel es la que guarda la memoria más libre y emotiva”. “Decide cuándo se emociona y cuándo se ponen los pelos de punta, eso no se decide con la cabeza”, dice, y señala que todo lo que tiene que ver con este álbum ha salido “súper natural”.
Su décimo disco es “un día perfecto”. “Como cuando vas a la playa y hace sol y nada de viento”, bromea. Con este trabajo, de 11 canciones, es la primera vez que mezcla a partes iguales el sonido orgánico de la banda con sonidos programados, lo que dice que le da “una inyección muy grande”. No teme que con estos nuevos sonidos deje de ser considerada cantautora. El cantautor es una persona que interpreta aquello que compone y no tiene nada que ver con un concepto sonoro, opina la artista, quien presume, sin prepotencia, de haber sido siempre libre para hacer, desde el respeto, lo que verdaderamente quería. - B. Rodríguez