MADRID. La vida de los Hollar, la familia protagonista de esta película, cambia de forma inesperada cuando reciben la noticia de que la madre tiene un tumor cerebral, lo que obligará a su hijo John -un aspirante a artista- a mudarse a su pueblo natal para estar cerca de ella.
Un padre con ansiedad, un hermano desastroso y sus antiguos compañeros de instituto se suman a la trama de la segunda película de John Krasinski, que además de dirigir el filme se mete en la piel de su protagonista.