pamplona - Allí donde nuestros ojos ven un peine, una brocha, unos carretes de hilo, una caja o un simple trozo de algodón, los ojos de Mertxe Sueskun ven materiales, posible germen de próximas creaciones. Tenaz, paciente y reflexiva, deja reposar la materia a la espera del proceso creativo que la desvele y permita que se manifieste como la escultura que es y que quiere descubrir. Esculturas de carácter personal, intimistas y muy especiales.

Así describe la obra de Mertxe Sueskun la historiadora de arte navarra Carmen Areopagita Gracia, una colección que hasta el próximo 2 de julio los pamploneses pueden descubrir en el Polvorín de la Ciudadela bajo el título De continentes, contenidos y otros cuentos. La propia artista presentó el pasado viernes la exposición, acompañada de la directora de Cultura, Maitena Muruzábal.

El horario de apertura es de martes a viernes por la tarde, de 18.30 a 21.00 horas; los sábados, de 12.00 a 14.00 y de 18.30 a 21.00 horas; y los domingos y festivos, solo por la mañana, de 12.00 a 14.00 horas.

nuevo sentido para el objeto La actividad artística de Mertxe Sueskun está ligada a la interpretación del objeto. Tal y como explica Areopagita, algunas veces lo hace de una forma sencilla, dejando que el objeto desprovisto de su función y de su contexto habitual, protagonice un entorno distinto al acostumbrado, colocándolo en el marco o la peana, pasando así a convertirse en un objeto artístico.

Partiendo de este principio dadaísta, Sueskun trata de enseñar a ver los objetos desde un ángulo diferente. En su trabajo, continúa Areopagita, avanza un paso más, dando a la obra un significado que va más allá de lo meramente estético, ya que aporta al objeto un significado antropológico y simbólico, mediante el cual consigue superar la limitación de la materia y del propio objeto. La artista elige los objetos, recoge y busca elementos cotidianos y los dispone de una manera en la que su finalidad original desaparece, dando lugar a un nuevo punto de vista y bajo un nuevo título revelador. De esta manera, Sueskun descontextualiza el objeto y busca nuevas asociaciones y significados y sentidos.

Junto a estas obras, comparten espacio en el Polvorín de la Ciudadela otras propuestas más elaboradas. Se trata de composiciones seriadas que parten de materiales reciclados y que la artista desarrolla a través de la geometría y el color, dando paso a distintas posibilidades imaginativas y asociativas. Para ello, se sirve de cajas vacías, algunas veces reticuladas y ocupadas en parte por láminas de cartón, trozos de algodón o carretes de hilo, que generan juegos de formas y volúmenes sugerentes.

Tal y como explica Carmen Areopagita, también el material elegido puede ocupar toda la estructura contenedora, logrando texturas sugerentes. En este sentido, Mertxe Sueskun explora las cualidades materiales y desvela las estéticas en objetos que a priori no las tienen. Son nuevamente objetos cotidianos, desprovistos de su uso habitual, que se transforman en piezas artísticas gracias a la exploración de sus cualidades materiales.

La autora Mertxe Sueskun, natural de Pamplona, cursó estudios de talla de piedra y madera en Deba y en el Arteleku de San Sebastián. Su obra ha sido seleccionada para distintas muestras, como las de artistas noveles de Guipúzcoa, las bienales de Vitoria, Almería, Murica y Szombathely (Hungría) y la trienal de Loods (Polonia). En 1996 participó en la exposición Escultores Navarros, en Pamplona, y tres años después recibió el II Premio Navarra de Escultura. - D.N.