A?penas tres kilómetros separan Bedaio (Gipuzkoa) de Azkarate (Navarra), una muga los divide y sus vecinos solo se juntan por San Fermín y San Esteban. Azken Muga -la última frontera en castellano- nació el año pasado como un proyecto colectivo de intervención efímera en la naturaleza, en el que creadores de diferentes disciplinas artísticas reflexionan sobre un hecho anacrónico: la pervivencia de una frontera que limita el territorio guipuzcoano y navarro, involucrando a los habitantes de la zona de forma participativa en la creación cultural.

El festival, que celebra ahora su segunda edición, culminará en Iruñea el próximo mes de octubre con un evento que unirá danza, música y una acción de montaje escultórico -previsiblemente al aire libre, si el tiempo lo permite-. Será el broche de oro a esta iniciativa que busca acercar la cultura a zonas rurales, preservar tradiciones y unir a las gentes de los dos lados de Aralar durante estas fechas estivales.

El programa, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Navarra y que se celebra desde finales de julio en el alto de Zarate -paso de Aralar entre Bedaio y Azkarate-, se presentó en Pamplona ayer por la mañana, en un vistoso acto en la Plaza del Castillo presidido por una silla gigante, de 8 metros de altura, creada por el escultor Guillermo Olmo e icono del festival. En torno a ella, las voces del coro de la sociedad cultural Muthiko Alaiak interpretaron un emocionante aurresku, que bailó en la cima de la silla la dantzari Maitetxu Zabaltza. El acto también contó con la participación del bertsolari Mikel Lasarte, quien cantó también desde lo alto de la escultura gigante; así como de Itsaso Ziganda, en representación de Muthiko Alaiak; Miguel Zeberio, también de la organización; y varios de los artistas que participan en las exposiciones del festival, y entre los que se encuentran las escultoras navarras Marijose Recalde y Dora Salazar. Ambas exponen sus respectivas obras Sorgiña y Medusa en el enclave natural del collado de Zarate, en pleno bosque, en una muestra visitable hasta octubre incluido y en la que toman parte también los artistas vascos Guillermo Olmo, Germán de los Ríos y Andrea Heuschmid -alemana afincada en Bilbao-, además de una nutrida representación internacional por parte de Marvin Liberman (Washington, EEUU), Corne Nuham (Johanesburgo, Sudáfrica) y los artistas alemanes Tanja Zeps, Monika Bischoff, Anne Hadel y Vatula Sonntag, los cuatro invitados por el festival Azken Muga en representación del proyecto cultural Kulturelle Landpartie, vinculado al movimiento antinuclear en Alemania. “Estamos encantados de participar en este festival. Porque el tema de las fronteras nos interesa, y de hecho las radiaciones nucleares traspasan fronteras... Invitamos al público a que vea la magia de Zarate y que disfrute del ambiente y de las obras de arte allí instaladas”, comentó el creador alemán Vatula Sonntag -quien expone en Zarate una obra que consiste en un abrazo tallado en un tronco de árbol-, antes de exigir “que se cierren todas las centrales nucleares, porque son peligrosas, innecesarias y además caras”.

zaratetxea La exposición en el bosque se completa con muestras temporales que alberga la borda Zaratetxea, abiertas los fines de semana: ya se pudo disfrutar de Mutur Beltz, a cargo de los artistas Laurita Siles y Joseba Edesa, sobre los métodos del trabajo con la lana; actualmente se puede visitar la muestra ideada por el colectivo alemán Kulturelle Landpartie, a la que seguirán exposiciones de fotografía del creador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jesús Elosegui (25 agosto-3 septiembre); del artista Remigio Mendiburu (8-17 septiembre) y una última dedicada a la brujería en Aralar (22-30 septiembre). Los detalles de los horarios y los artistas de las exposiciones se pueden consultar en www.azkenmuga.co.nf.