madrid - La Feria de Arte Contemporáneo Arco censuró ayer la obra Presos políticos en la España contemporánea, un mural con 24 fotografías de los rostros pixelados de detenidos como los jóvenes de Alsasua o los del procès catalán, y también de los procesados por el caso de Itoiz, miembros de la dirección del diario Egin, de Segi, los titiriteros arrestados en Madrid, militantes anarquistas y activistas del 15-M, entre otros. En palabras de Ifema, organizadora del evento, “la polémica” suscitada por la exhibición de esta pieza “perjudica” la “visibilidad” del resto. La decisión, inédita en el marco de la feria hasta la fecha, ha sido muy cuestionada y criticada por profesionales del ámbito del arte y por distintos sectores políticos. El artista, por su parte, lamentó lo sucedido y afirmó que el arte “es un diálogo permanente con el mundo, prohibir ese diálogo es prohibirme como persona. Reflexionar no da miedo o no debería darlo”.
La obra de Santiago Sierra pudo verse durante el montaje del miércoles, pero ya ayer por la mañana, jornada dedicada a profesionales y coleccionistas, se había retirado por petición de Ifema a Helga de Alvear, la galerista en cuyo espacio se exhibía el mural. Según informaron los responsables del recinto ferial en un comunicado, “desde el máximo respeto a la libertad de expresión”, la polémica “que ha provocado en los medios la exhibición de estas piezas, está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ArcoMadrid 2018”. “Por tanto -añadía la nota-, es su responsabilidad, como organizadora, tratar de alejar de su desarrollo los discursos que desvíen la atención del conjunto de la feria”. Y el texto subrayaba que esta actividad persigue “configurar una feria comercial de alcance internacional, con un objetivo de fomento del coleccionismo, primando garantizar el retorno de la inversión y esfuerzo que hacen las galerías participantes”.
la galerista y el artista Por su parte, la veterana galerista Helga de Alvear dijo entender “perfectamente” que Arco le pidiera que quitara la obra de Sierra porque “estoy en casa ajena y si Ifema no quiere tenerla ahí, yo lo quito. En mi casa no me quita nadie nada”. En su opinión, el gesto de Arco “no ha sido nada” contra ella ni tampoco contra Santiago Sierra: “Es solo una obra de arte, mañana ponemos otra cosa”, resumió. De hecho, en torno a las 17.00 horas, se instaló en el mismo lugar una serie de cinco fotografías realizadas por el artista alemán Thomas Ruff. Eso sí, de Alvear mantuvo los catálogos con los fotogramas pixelados, a 10 euros cada uno, que se agotaron y cuyos beneficios irán a una ONG que lucha contra el cáncer. “Con mi edad, y con los años que llevo con mi galería -desde 1980-, te aseguro que he pasado por cosas mucho más difíciles”, manifestó. Por la tarde, fuentes de la galería confirmaron que el mural fotográfico de Santiago Sierra fue adquirido ayer por Tatxo Benet por 80.000 euros más IVA, lo que resulta curioso, ya que, horas antes, de Alvear apostillaba que si la retirada “revalorizaba” la obra “sería la primera vez” que vendiera algo de este artista, que “siempre” la mete “en líos”. Benet es socio de Jaume Roures en la empresa Mediapro.
Santiago Sierra envió su propio comunicado por la mañana, en el que manifestó “relativa sorpresa y decepción” al recibir la noticia de la censura. El madrileño consideró que la decisión “daña la imagen” del evento y “constituye una falta de respeto hacia una galerista como Helga de Alvear, que participó en la puesta en marcha de la feria, así como hacia la madurez e inteligencia del público”. Por la tarde, volvió a hacer declaraciones: “Quería mostrar la evidencia de la existencia de presos políticos en la España contemporánea y las condiciones de persecución ideológica que vivimos los trabajadores de la cultura en este país. El retroceso será mayor si nosotros mismos no planteamos estos temas”, Y dijo que reflexionar no debería dar miedo. “Como seres humanos la capacidad de reflexionar nos identifica. Al neofascismo imperante el evitar que se reflexione también le caracteriza”, añadió.
carlos urroz, en desacuerdo Entre las reacciones contrarias a la decisión de Ifema destacó, sin duda, la del director de Arco, Carlos Urroz, para quien fue una “idea malísima” que “no comparte”, aunque no desveló si este hecho puede dar lugar a su dimisión. Urroz reveló que recomendó a la galerista que no la retirara y que convencieran entre todos al presidente de Ifema. “Las galerías son espacios privados, tienen la libertad de poner lo que quieran y de quitarlo y la decisión es de Helga de Alvear. El presidente le ha pedido una cosa y Helga ha accedido. No sé si es censura”, comentó para asegurar que por negarse a retirarla no se habría expuesto a una exclusión de la feria en próximas ediciones. “Mi cargo está siempre a disposición de Ifema”, zanjó. - Agencias/D.N.