Más de 3.000 personas se dieron cita ayer en la plaza de Baluarte, con su disco religiosamente comprado en El Corte Inglés, para que la ganadora del concurso televisivo Operación Triunfo pusiera su rúbrica en la revista que acompaña al citado CD.

El inicio del evento, que estaba previsto para las 17.00 horas, se adelantó casi media hora para que todos los congregados pudieran acceder al escenario habilitado para el acto, ya que Amaia Romero debía coger un tren a las 19.35 horas, por lo que la firma debía acabar a las 19.00 horas, más o menos. Esta situación motivó que la firma se hiciera a velocidad de vértigo, prácticamente las personas volaban sobre el escenario, mientras, si tenían suerte, disparaban sus móviles con una mano y con la otra dejaban la revista para que Amaia la firmara. Muchos de ellos, además, ofrecieron a la intérprete numerosos presentes, desde cartas hasta dibujos o fotos. Aunque la mayoría de las que se acercaron eran adolescentes, por el escenario pasaron personas de todas las edades, chicos y chicas, bebes en brazos o abuelos, con y sin sus nietos.

“¡Amaia, te queremos!” Sin duda el grito de guerra más coreado, individual y colectivamente, fue un directo y sonoro “¡Amaia, te queremos!”. Mientras, los que aguardaban pacientemente su turno en la cola coreaban las canciones del primer disco de la navarra, que recoge las canciones que interpretó en el programa y que sonaba o a todo trapo por megafonía. Ademas, muchos portaban carteles, tanto realizados a mano, como uno que apostaba por Amaia de Pamplona, o los que facilitó El Corte Inglés con algunas de las frases que ha popularizado la pamplonesa, como I love San Jacobos o Qué rollo surfero si yo soy de Pamplona.

En el escenario, Amaia estuvo arropada por sus padres, su tía Carmen Arbizu e incluso sus abuela, Teresa Roldán, que no dudaban en mostrarse henchida de orgullo al ver a la multitud congregada con motivo de la firma de discos de su nieta, a la par que recalcaba que “no ha dejado de ser ella misma”. Eso sí, Amaia Romero, siempre con una sonrisa, no dejó de disculparse con sus fans durante las casi tres horas que duró el acto, ya que las prisas era feroces: “¡No me dejan dar besos!”, espetó en alguna ocasión. El acto solo se interrumpió en un par de ocasiones para que la cantante bajara del escenario y se pudiera fotografiar con varias fans que, en muletas o silla de ruedas, no podían acceder al escenario.

de toda navarra “Vengo de Tafalla, sé que te gustan las jotas”, apuntaba una mujer entrada en años; “he venido desde Olite, tu número de la suerte es el tres”, gritaba un señor. “Por favor, saluda a Rocío”, imploraba una joven ofreciéndole un móvil. “Mi abuela es fan tuya, mira los whatsapps”, espetaba un joven. “Gracias por los valores que enseñas”, le decía otra fan. “Sigue siendo como eres”, casi rezaba otra.

El acto promocional se saldó con más de 2.000 discos vendidos según apuntaron desde El Corte Inglés.