fráncfort - La Feria del Libro de Fráncfort abrió ayer sus puertas al público en una edición en la que, con una renovada presencia hispanoamericana, se mezclan el comercio y el debate político en torno a temas como la libertad de expresión y las crecientes tendencias totalitarias en diversas partes del mundo. Con sus más de 7.000 expositores de más de cien países, la esencia de la Feria sigue siendo la venta de derechos de traducción y el corazón de la misma es el centro de agentes literarios, cerrado al público general. - Efe