madrid - El historiador Enrique Moradiellos, quien publica Franco. Anatomía de un dictador (Turner), cree que en el caso de que los restos terminaran en la catedral de La Almudena y se convirtiera en “lugar de culto” eso significaría que “algo está fallando en la democracia española”.

“Si hay culto y es peligroso para la democracia es porque hay algo que está fallando en la sociedad y permite que esto sea así. Creo que hay que arriesgarse a que eso suceda, porque la democracia española es más fuerte de lo que se piensa para evitar que eso ocurra”, señala en una entrevista el Premio Nacional de Historia 2017.

Moradiellos ha puesto como ejemplo otros lugares donde están enterrados otros dictadores del siglo XX como Mussolini o Lenin, donde para los turistas “más que un lugar de culto es una anécdota histórica”. Y si bien decidir dónde deben acabar los restos de Franco “no es la función de un historiador”, insiste en la importancia de que “haga lo que se haga habrá que respetar los derechos” de la familia del dictador. En cualquier caso, es contrario a que sigan en el Valle de los Caídos, un lugar que se ha convertido “en el mausoleo de Franco”.

En ese sentido, explica que la publicación de este libro -escrito entre 2015 y 2016- no pretende dar respuestas a la coyuntura actual, ya que nació con la idea de ser un manual de texto en inglés para alumnos de enseñanza secundaria que cursaran Historia de España. En Franco. Anatomía de un dictador divide en tres partes su libro: el hombre, el político y el régimen, con el objetivo de “tratar de comprender sin demonizar ni condenar moralmente” la figura de un dictador. - D.N.