El Museo del Carlismo ofrece desde ayer una exposición temporal titulada Carlismo a través del cine y que podrá ser visitada hasta el 28 de abril. La muestra, comisariada por el historiador Eneko Tuduri, se organiza a través de seis espacios diferentes que reúnen filmes que tienen en común el que sus historias se ubiquen dentro de las guerras carlistas del XIX. Para Tuduri, “la convinación cine e historia permite que los tópicos se alejen y se acerquen” y, en este sentido, asegura que existen dos tipos de filmes: “Los que se realizan dentro del ámbito histórico y tienen a la historia como marco y los que son de corte historicista y explican la historia a través del cine”.
La muestra recoge también el material gráfico de las cartelerías, guiones, novelas, armas y trajes originales de 17 películas en las que se pueden apreciar la evolución del tratamiento que se hace del conflicto en cada época histórica en la que fue realizada, desde la primera, Pour Don Carlos a comienzos del siglo XX, hasta la última, Errementari, de Urkijo, estrenada este mismo 2018.
El primero de los ámbitos va de la literatura al cine. Refleja la estrecha relación de aquel cine que nacía de los textos literarios. Este primer título es Pour Don Carlos y corresponde a la cineasta Jeanne Roque. Trata de la mítica Musidora, que ayudó en la salida a Francia de los ejércitos carlistas vencidos tras la III guerra y que cuenta con la producción de Jaime de Lasuen, un aristócrata carlista que fue quien financiación y asesoró la recreación de aquel tránsito. Es una cinta que durante años se había dado por perdida y cuyos fragmentos reflejan una alta calidad artística y una fidedigna recreación histórica que se pueden ver en la exposición. En este mismo ámbito hay cintas como La alegría del batallón de Maximiliano Thous (1924), Zalacaín el aventurero de Francisco Camacho (1929) y Miguelón o el ultimo contrabandista que en 1933 realizó Adolfo Aznar.
Un segundo ámbito refleja el tratamiento del carlismo en el cine durante el régimen franquista, donde se aprecia una presencia anecdótica del carlismo en filmes como Las Aguas bajan negras de José Luis Sáenz de Heredia (1948), Zalacaín el aventurero de Juan de Orduña (1954) y otros como ¿Dónde vas Alfonso XII? (1958), ¿Dónde vas triste de ti? (1960), Diez fusiles esperan (1958), Alma aragonesa, (1961) Ella y los veteranos (1961) y El primer cuartel (1966).
El tercer ámbito acoge el cine historicista que se produjo en las décadas de los 80 y 90. Son películas realizadas en Euskadi y Cataluña con los títulos del realizador José María Tuduri: Crónica de la Guerra Carlista y Santa Cruz, el cura guerrillero. También se enclava aquí La Punyalada de Jordi Grau.
La exposición avanza hacia los filmes de Vacas y Handía, unos títulos que tratan el tema del carlismo con una voz más intimista, dentro de historias familiares que transcurren en un ambiente rural de Navarra y el País Vasco. Un paso más en la estructura de la muestra lo ocupa el filme Errementari de Paul Urkijo, que ha sido estrenado este mismo año. Un título que recoge el folklore y la historia en el género del terror.
Finalmente, la exposición acaba en un último ámbito que lanza la reflexión de si la temática carlista y sus amplias posibilidades narrativas podrían llegar a crear todo un subgénero propio dentro de la clasificación cinematográfica.
Como se ha señalado, la exposición cuenta con un interesante material gráfico de los carteles, atrezzo e incluso se pueden ver algunos guiones y varias secuencias de alguna de las películas señaladas. Y, según recuerda Susana Irigaray, directora del Servicio de Museos, “ha contado con un amplio abanico de entidades y particulares colaboradores y en los próximos meses además del catálogo, iremos anunciando las conferencias y exposiciones que se irán programando de aquí al final de la exposición previsto para el 28 de abril de 2019”, finalizó Irigaray.