pamplona - En su quinta edición, Pamplona Negra se ha consolidado en términos de público, con más de 5.000 asistentes, y de respuesta de medios de comunicación y redes. Asimismo, ha dado un paso más en su extensión a la ciudad, con actividades en institutos, el Kafe Beltza en Elkar Comedias y la comida temática en el hotel Tres Reyes, pero, sobre todo, con las rutas literarias por las calles de la capital navarra, llenas los dos días en que tuvieron lugar en euskera y castellano. La periodista y escritora Susana Rodríguez volverá a estar al frente del programa de la sexta edición, que se celebrará entre el 14 y el 18 de enero, con la intención de continuar con la tendencia internacional que se abrió este año con la presencia del novelista francés Bernard Minier.

Precisamente, los recorridos por la ciudad se convertirán en un legado del festival a los pamploneses y a todos cuantos accedan a su página web (www.pamplonanegra.com), donde se colgarán los itinerarios y las explicaciones correspondientes. Esta fue una de las novedades que incorporó Rodríguez en su primera edición al frente del festival. Una experiencia de la que ha obtenido “impresiones fantásticas”. El principal aprendizaje que ha sacado de estos meses ha sido que tiene “más capacidad de organización de la que creía”, aunque, en este punto, dio la gracias a su equipo, “que es de diez”. “Sin él no podría haber hecho nada”, agregó. Coincide que este año también se ha estrenado como director ejecutivo del evento Eduardo Nanclares, responsable de todos los aspectos de producción y jefe de operaciones de Baluarte.

datos Rodríguez dijo sentirse “especialmente orgullosa” de la participación de los ciudadanos, muchos de ellos de Pamplona y de Navarra, pero también de Bilbao, La Rioja, Barcelona, Valladolid, León, Albacete... “Con el mal tiempo que ha hecho, que tengamos 1.300 personas en las mesas y en las conferencias y una cifra similar en El crimen a escena es de agradecer”, indicó la directora, que apuntó, asimismo, que los dos talleres -el de novela negra y el de criminología- agotaron plazas semanas antes del inicio y la exposición Un siglo de la escena del crimen fue vista por más de 500 personas. “La gente quiere cultura y eso nos anima a seguir trabajando”, comentó la directora, que calificó de “muy importantes” las actividades de mediación que se realizaron en seis centros de la ESO y de FP, con la participación de un millar de estudiantes y la presencia de escritores como Toni Hill, que ofreció una charla en inglés; del criminólogo José Otín y de autores locales como Carlos Bassas, fundador de Pamplona Negra y primer director, que impartió un taller de relatos y una charla; Estela Chocarro, Iñaki Arbilla y Tadea Lizarbe. Respecto al futuro, cree que Pamplona Negra “es uno de los festivales a tener en cuenta en el panorama nacional”, con una respuesta de público que sorprende a escritores de la talla de Minier. En cuanto a los retos, dijo que “tenemos que reflexionar y ver a qué puerta llamamos y qué país visitamos, pero eso será dentro de un poco”, afirmó.

Más datos ofreció Alberto Cañada, responsable de la Filmoteca de Navarra, que programó cuatro títulos, congregando a 894 espectadores, muchos de ellos fijos cada día. “Cuando se hace una programación interesante y de calidad -con copias y versiones originales-, el público responde”. Tanto es así, que hubo aplausos al final de varias sesiones. Por otro lado, la comida en el Tres Reyes, diseñada por el chef Enrique Burón y que contó con la participación del campeón mundial de paella valenciana, Vicente Rioja, convocó a 150 asistentes.

posicionar a pamplona El Teatro Gayarre se incorporó por primera vez acogiendo la obra Crimen y telón unos días antes de su apertura, lo que, junto con la subvención concedida, consolida la colaboración del Ayuntamiento con el festival. “Es un programa muy potente y sirve para seguir posicionando a Pamplona como ciudad de cultura con citas importantes todos los meses”, señaló la concejala de Cultura, Maider Beloki, que valoró positivamente acciones de calle como las rutas literarias, ya que “es la manera de visibilizar y de llegar a públicos a los que no llegarías de otro modo”.

Por último, Javier Lacunza, director gerente de NICDO, entidad que promueve Pamplona Negra, agradeció la labor desarrollada en las cuatro primeras ediciones por Carlos Bassas, “padre espiritual de la idea”, e insistió en que la internacionalización, “ir más allá”, será el camino que se seguirá en las próximas. Además, agradeció la concurrida asistencia a un público que nutrió “un evento de literatura y cine, nada de showbusiness, durante una semana de frío y lluvia”.