pamplona - Que dos mujeres sean las directoras de un espacio como Ormolú no suena nada extraño hoy en día, pero hace veinte años la realidad era bien diferente a la actual. “Nos encontramos con muchas personas que dudaron de nosotras cuando empezamos y nos metieron miedo ante el proyecto que acabábamos de emprender”, dicen Maite Cengotitabengoa y Maite Díaz.

Las dos galeristas vivieron en sus propias carnes el rechazo hacia su proyecto por parte de algunas personas del sector por el simple hecho de ser mujeres. “Recién abierta la exposición hubo alguna persona que vino a cuestionar qué hacíamos aquí y también tenemos conocimiento de que no se hablaba bien de este proyecto por haber sido puesto en marcha por dos mujeres”, sostienen para añadir: “Nunca hicimos caso de los comentarios; nosotras seguimos para delante y a quien no le gustase por las razones que decimos que se diera tres vueltas y se fuera por donde había venido. Aquí seguimos así que tan mal no lo habremos hecho”, afirman.

Según apuntan, este hecho, junto a la crisis, ha sido uno de los mayores baches que han tenido que superar en sus veinte años de andadura. “Teníamos que demostrar a la gente que valíamos, que no éramos solamente dos rubias que no teníamos otra cosa que hacer”, subrayan. De hecho, comentan que en su primera exposición llamaron a la prensa para que entrevistase al artista que exponía en la sala y la periodista que acudió a la cita se dirigió a las galeristas y les preguntó su nombre, su edad, de dónde eran y si estaban casadas.

“Por supuesto, le dijimos que aquello no venía a cuento, que no éramos a quienes tenía que entrevistar; eso no hubiera ocurrido si hubiésemos sido dos hombres que abrían una galería y presentaban una exposición por primera vez”, lamentan. También recuerdan con humor cómo la misma persona escribió en su artículo que Ormolú era una galería para aficionados. “Al día siguiente teníamos una fila de artistas jóvenes que querían exponer en nuestro espacio, nos costó mucho quitarnos esa fama, con todo el respeto del mundo, de encima”, añaden. - A.R.O.