Tudela - Una de los rasgos de El Reino, el multipremiado largometraje de Rodrigo Sorogoyen, que ha conquistado a crítica y público es su vertiginoso ritmo. Acentuada no solo con la velocidad a la que discurre la trama, sino también con la música de Olivier Arson y el montaje de Alberto del Campo, esa sensación de ahogo desbordante que han podido vivir los espectadores del filme la experimentaron en cierto modo Isabel Peña y el propio Sorogoyen a la hora de escribir el guión. Esta y otras curiosidades se desvelaron ayer en la Muestra de Cine Español de Tudela, que acogió la proyección de la que ha sido una de las triunfadoras de los Goya en su segunda jornada.

La propia Isabel Peña, mano cómplice de Sorogoyen en todos los procesos de escritura de sus películas, y el intérprete Francisco Reyes, nominado por su papel en la cinta a Mejor Actor Revelación en los premios grandes del cine estatal, contaron algunas claves de un proceso creativo que fue apasionante para ambos. Para la guionista zaragozana, como ella misma confesó, porque se trataba de la primera vez que le encargaban un guión, con unos plazos marcados escrupulosamente. “Rodrigo y yo vivimos unos primeros meses duros, de auténtico pánico. Nos pasó una cosa curiosa, que paríamos mucho material que luego destruíamos. Pero eso nos sirvió para generar un buen caldo de cultivo. Cuando tuvimos claro qué queríamos contra y quiénes eran nuestros personajes, todo fue más fácil”, admitió ayer Peña, quien aseguró que no le ha dado tiempo de asimilar o valorar toda la repercusión de la película en lo que respecta a su trayectoria de galardones y premios.

En cuanto a la preparación de la historia, Peña y Sorogoyen tuvieron dos máximas a la hora de escribir. Hacerlo “con rigor y sin caer en juicios de valor”. Y, sobre todo, documentarse con muchas fuentes para redondear su trama. En ese entramado de políticos manchados y enfangados que ven caer su reputación y se enmarañan en una red de reproches y venganzas en la que la maquinaria del partido lleva las de ganar, Francisco Reyes interpreta al nuevo dirigente, ese que se muestra transparente, limpio, renovador. “No tengo un método concreto para preparar personajes ni lo tuve en el caso del papel de Alvarado”, reconocía ayer el intérprete, cuya trayectoria en Estados Unidos, especialmente en el teatro, aún es para muchos desconocida. Para el actor, El Reino, como confesó, se va a convertir en un “referente” en su carrera por la visibilidad que le ha dado en el ámbito del cine.

“En ese sentido, en cuanto al cine, sí me siento actor revelación pese a que lleve muchos años. He hecho películas en Estados Unidos y producciones audiovisuales como Vergüenza, la serie de Movistar, pero este es el primer trabajo cinematográfico de nivel en el que participo”, señaló.

Un proyecto en el que entró a través, precisamente de su faceta teatral. Sorogoyen fue a verle a Madrid y vio que encajaba en el perfil del elenco de el Reino. “Tuve la suerte de entrar en el casting y enseguida me vi el segundo día de rodaje haciendo la escena del bar con Antonio de la Torre. Este oficio tiene cosas como esas”, narraba el actor, quien adelantó que descansará de las tablas y se centrará en nuevas aventuras audiovisuales.

Reyes aseguró que el rodaje de El Reino le ha permitido comprobar de primera mano que existen tres películas: la que se escribe, la que se rueda y la que se monta. Cualquiera de esos tres reinos que plasma esta película es una historia de nuestro tiempo. “Pero es que hasta si te pones a escribir un guión sobre este vaso que tengo delante, estás escribiendo sobre tu tiempo. Eso siempre está ahí, aunque nosotros no lo pensemos demasiado”, reflexionó Peña.