Tudela - Dibujaba ayer verbalmente el arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, los vicios y virtudes que reflejan las figuras de las arquivoltas de la Puerta del Juicio de la Catedral de Santa María la Mayor como ejemplo del testimonio de los antepasados a través del arte y el patrimonio. Unas escenas icónicas en una de las representaciones más espectaculares del primer gótico en toda la Península Ibérica que, sin embargo, habían dejado de contemplarse con claridad durante demasiados años. Ocho meses después de que los trabajadores de la empresa Artyco iniciaran su minuciosa labor a pie de andamio, previo estudio de otros casi siete, la restauración del conjunto permite ya ver el relato del juicio final con nitidez y limpieza sobresalientes.

Este lunes, el Palacio Decanal primero y la propia Puerta del Juicio después acogieron el acto de inauguración de una reforma en la que, hasta la fecha, se han gastado unos 430.000 euros, y que ha estado financiada a cuatro bandas: la que conforman las fundaciones Caja Navarra y Obra Social “la Caixa”, la del Arzobispado, la del ejecutivo foral y la del Ayuntamiento de Tudela, fruto del convenio establecido en diciembre de 2017. Eneko Larrarte, alcalde de Tudela, y Uxue Barkos, presidenta foral, destacaron en sus intervenciones el esfuerzo colectivo que se ha desarrollado para sacar adelante una restauración que comenzó a encauzarse a finales de la legislatura 2011-2015 y que se terminó de impulsar mediada la actual.

Entre líneas, brotó el mensaje sobre la incidencia de esta restauración no solo para la Ribera y Tudela más concretamente, sino para lo que concierne al potencial turístico de la comunidad foral. “Ya está lista para mostrarla primero a los tudelanos pero también al mundo”, llegó a decir la presidenta Barkos en su intervención, en la que elucubró sobre el “regalo” que supondría para cualquier vecino de la ciudad el encontrarse de frente con la portada gótica durante su paseo o su ruta hacia el trabajo o una homilía de la catedral.

Trabajo técnico al detalle Más allá de la ya destacada presencia de la Puerta del Juicio en el imaginario colectivo de la ciudad y de la comarca antes de los trabajos, lo cierto es que la restauración en la que han trabajado los 27 profesionales de Artyco ha realzado el ya de por sí alto valor patrimonial del conjunto. La intervención, que de desarrolló desde el rosetón hasta la parte más inferior pasando por las arquivoltas, se ha centrado más que en recrear en recuperar. La retirada de la costra negra superficial con brochas, cepillos, espátulas y aspiración ha sido uno de los procesos de mayor importancia, ya que determinó, analizando cada estrato de la piedra, si era pertinente retirar o conservar la capa en cuestión.

Esa ha sido una de las claves a la hora de realzar en la medida de lo posible la policromía original de la portada, un aspecto que desde la Institución Príncipe de Viana veían complejo hace unos años, cuando se comenzó a plantear la actuación, y que finalmente ha aflorado en algunas zonas apreciables con algo de ojo clínico por parte del observador. Se trata de fragmentos de rostros, cabellos e incluso indumentarias de los personajes que aparecen representados en las diferentes escenas, cuyas fisuras se han reparado mediante sellado y rejuntado de algunas piezas.

Otra de las actuaciones reseñables ha consistido en la corrección de las pendientes con el objetivo de mejorar la evacuación del agua, un aspecto capital a la hora de proteger la singular piedra campanil de la catedral tudelana, aún más maltrecha por las inclemencias meteorológicas a lo largo de los años hasta la actual adecuación. Además, la intervención ha dotado al Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, responsable de la redacción y dirección del proyecto, de información valiosa que servirá como base para futuras actuaciones en aras de la ineludible labor de mantenimiento y conservación.

La satisfacción entre las autoridades presentes en el acto de ayer también dejó hueco para el mensaje de Larrarte, en el que manifestó que la colaboración público-privada que en este caso se ha mostrado tan exitosa continúe en futuras actuaciones. “En aquellas que sirvan para socializar y difundir el legado patrimonial de la Puerta del Juicio y en otras futuras intervenciones en más puntos de la catedral”, especificó el alcalde. Una petición para no frenar la recuperación de otras zonas deterioradas del templo catedralicio. La seo suma a la restauración de algunas de sus dependencias entre 2002 y 2006 y a la del claustro románico entre 2013 y 2014 esta nueva intervención en el que quizás sea su elemento mas emblemático y referencial en lo que respecta a la iconografía y la calidad técnica de su escultura. El cielo y el infierno que asoman cada amanecer por la calle Roso muestran de nuevo, ya sí, el lustre perdido durante largo tiempo.

La intervención, paso a paso. Los primeros trabajos correspondieron al rosetón y el paso de ronda que corre por encima del paramento de la puerta y del monumental alero sobre los canecillos. Tras terminar esa fase, los profesionales de Artyco se centraron en las figuras de las arquivoltas, limpiando la costra negra superficial y continuando con el realce mediante láser, microproyección y bisturí dependiendo de zonas y estado. También se han corregido las pendientes para mejorar la evacuación de aguas.

Pavimento e iluminación. El pavimento a pie de calle se ha remodelado basando su diseño en fotografías del mismo punto fechadas en 1916. Además, se ha instalado un nuevo sistema de iluminación.

El equipo. La restauradora Violeta Romero, el arquitecto Javier Sancho y la arquitecta técnica Alicia Huarte, del Servicio de Patrimonio, han sido los responsables de la redacción del proyecto y la dirección técnica. Por parte de la adjudicataria, Artyco, han trabajado 27 profesionales, entre los que destacan dos coordinadores, dos jefas de obra, una restauradora y un maestro cantero.