Lugares en un momento de cambio, sitios urbanos e industriales en ebullición y al mismo tiempo en decadencia, calles y paseos atractivos y con mucho encanto son los protagonistas de la nueva muestra de Xabier Idoate, IbilGraf, que expone ahora -y hasta el 26 de abril- en el Espacio Apaindu de la calle Curia de Pamplona. “Son lugares que conozco muy bien, en los que he estado en muchísimas ocasiones, y que tienen esa mezcla de situaciones tan variada y rica al mismo tiempo”, subraya el artista pamplonés, quien adelanta que esta exposición sirve como aperitivo para la gran muestra HiriGraf -compuesta por más de cien piezas- que exhibirá a partir del 5 de abril en la sala Iortia de Alsasua.

Uno de los aspectos que llama más la atención al recorrer la galería es el amplio uso del color que utiliza Idoate (Pamplona, 1954) en todas las piezas expuestas. Rosas, rojos, amarillos, verdes y azules se sobreponen a las fotografías, en su mayoría, en blanco y negro. De hecho, en el imaginario colectivo, las zonas industriales se recuerdan como espacios grises y apagados “porque tenemos asociado el gris a la decadencia de estos lugares, pero si te acercas a ellos, tienen el mismo color que el resto del mundo”, dice el artista, para quien el color siempre es un elemento importante. “Me gusta su intensidad y creo que, por muy convulso o decadente que sea, el mundo se puede contemplar con una mirada de color o de blanco y negro; yo siempre opto por el color”, subraya, y añade que “el color que te permite lo digital es muy vivo y variado, sin ningún tipo de limitaciones”.

Idoate, que ha sido durante muchos años profesor de la Facultad de Bellas Artes de la CAV, se centra en espacios concretos como Zorrozaurre (Bilbao) y otros sitios vizcaínos y, a través del color, las líneas, las formas y la composición, realiza una reflexión. “Intento comentar estos lugares que conozco bien y donde siempre han ocurrido muchas cosas; son zonas que tienen mucha historia relacionada con todo lo que es la vertiente industrial”, señala. “Ahí confluyen todas las cosas que considero importantes en el mundo contemporáneo -explica-; confluye lo que cae, lo que desaparece, lo que se derrumba a base de conflictos y problemáticas y lo nuevo, lo que surge de una forma ilusionante, en ocasiones, o agresiva, en otras”. Y las zonas que se exhiben en la exposición, agrega, “son muy representativas del conflicto de lo urbano como representación social”.

Los trabajos de Idoate se caracterizan por la utilización de imágenes seriadas, fotográficas y manipuladas por ordenador -unidas siempre por el trabajo propio de la pintura-, que muestran visiones de la sociedad actual. Al menos, así se aprecia “una vez concluido el trabajo”, sostiene. “Cuando ves todo terminado, empiezas a pensar qué sentido tiene todo aquello, pero en realidad la actividad artística es, en cierto modo, una pulsión, un trabajo que tú realizas de manera cotidiana y en el que te das cuenta, con el tiempo, que sí estás reflejando una determinada visión de lo social, de tus preocupaciones hacia ello”, apunta.

geometría, siempre En la exposición también se encuentra una serie más cercana al fotomontaje, imágenes con todo su color exacerbado y con tintes cinematográficos. “Estas piezas están llenas de matices, con fotografías en las que podemos ver prácticamente todos los detalles, por mucho que luego estén entremezcladas, mientras que en otras piezas que se exponen -más pictóricas- todo se convierte más en gráficos, con imágenes más planas, con dibujos hechos a mano, algo que he empezado a hacer ahora utilizando el grabato”, explica el artista. En cualquier caso, en ambas series la geometría está más que presente ya que “es una de las partes clave de la gráfica y del oficio de la imagen”, porque “está en la construcción de la propia ciudad. Los edificios, los automóviles, todo lo que tenemos ahí delante está hecho a partir de geometría, y cuando tú lo interpretas es inevitable utilizarla para desarmar ese mecano y volver a armarlo”, añade.

Idoate fue uno de los primeros artistas en unir la pintura como oficio tradicional y el arte como resultado de la aplicación de las nuevas tecnologías y actualmente este es uno de los ejes sobre los que se asienta su trabajo. “Llevo con esto desde que el primer ordenador se podía utilizar porque me interesaba como herramienta, también como fenómeno relacionado con la gráfica y con el pensamiento y los usos de lo digital en la imagen”, dice, para agregar que lo que “seguimos llamando nuevas tecnologías son, en realidad, tecnologías que están ya en su adolescencia. Han copado el mundo del arte como han copado el resto de la civilización”.