“En esta época en la que la conexión y la conectividad han adquirido nuevos significados y estamos en nuestro punto más bajo en nuestra capacidad de conexión, la danza sigue siendo la acción más buscada para ayudarnos a restablecer esa conexión perdida”. Así empezaba el extracto del manifiesto por el Día de la Danza, celebrado ayer en Pamplona, que leyeron algunas de las participantes en la jornada festiva. Una jornada en la que la capital navarra se convirtió en una gran pista de baile donde se mostraron al público las diferentes disciplinas que trabajan las escuelas de danza a lo largo de todo el año. “Es una cita para mostrar a la ciudadanía lo que hacemos a diario y para transmitir esta pasión por el baile que nos une tanto”, subrayaron desde Haizea, asociación encargada de la organización.

El buen tiempo acompañó toda la mañana a las y los bailarines que, en la avenida Carlos III, mostraron a través del movimiento, todo tipo de emociones. Y es que, como se leyó en el manifiesto, “el cuerpo es un instrumento de expresión, un recipiente para nuestra voz, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestra historia, nuestro ser y existencia, nuestro anhelo de expresar y conectar lo que se manifiesta a través del movimiento”.

La cita de ayer comenzó con una veintena de alumnos de primero de elemental de la Escuela de Danza de Navarra que bailaron un agurra simplificado. A continuación, la calle se convirtió en un enorme aula de ballet clásico y se realizó una exhibición en barra en la que participaron más de 160 alumnas y alumnos de diferentes centros. Y de la clásica se pasó a las exhibiciones de diversos estilos como jazz, flamenco, clásico o danza contemporánea que reunieron a unos 400 bailarines y bailarinas que mostraron cómo la danza es capaz de devolvernos “a nuestras raíces en el sentido cultural, pero también en el sentido sensorial, personal e individual más inmediato, hasta el núcleo y el corazón”, como decía el manifiesto.

hoy, cita en barañáin El broche final de esta gran celebración del Día Internacional de la Danza llega hoy al Auditorio Barañáin, que acogerá la ya tradicional gala de danza que celebra Haizea y que protagonizan los alumnos y las alumnas de los ocho centros que conforman la asociación, quienes presentarán sus mejores coreografías preparadas para la ocasión. La gala, cuya duración rondará las dos horas, está dividida en dos actos y comenzará a las 19.30 horas, con entradas anticipadas a la venta al precio de 10 euros -pueden adquirirse en la web del Auditorio Barañáin- y 12 euros en taquilla. Este año, como novedad, se contará con una apertura muy particular en la que un padre y sus tres hijos, de la escuela de Andrés Beraza, bailarán un aurresku muy particular. Contará con música cantada en directo, que narrará una historia de amor que se convertirá en un punto de partida para la gala. Así, se dará paso a las coreografías de los alumnos y las alumnas de los centros y, además, este año se contará con la participación del joven bailarín navarro Óscar Pascuela López como invitado para cerrar la gala.