pamplona - La nueva colección de canciones de Miss Octubre presenta una notable evolución con respecto al primer disco del grupo, que vio la luz hace ya cinco años, Día 1. Los temas, en general, son bastante más duros y cañeros, con todavía más protagonismo de las guitarras.

-Así ha salido. Como siempre sucede con estas cosas, las canciones y las letras te salen dependiendo de cómo te sientes. En el primer disco veníamos de una época extraña, con cambios en nuestras vidas... lo mío con Barricada, Iker y Agnès acababan de ser padres, cada uno por su lado, también se acababa Lilith y Dikers. Era todo como muy apocalíptico y así salió. Esta vez nos han salido las canciones más rabiosas y cañeras, esa es la sensación general.

Basta con escuchar la guitarra de Alfredo en el tema Némesis, pocas veces te habremos oído tocar de forma tan salvaje.

-Puede ser. Me ha pillado así. También queríamos darle un toque actual, más de directo... que quizá no hayamos logrado porque al final nos ha salido un sonido muy redondo, pero sí que quizá más crudo en lo que a las guitarras respecta.

Precisamente, la producción es uno de los aspectos que más destaca, con un sonido que sin perder las influencias se muestra plenamente vigente y actual.

-Siempre nos ha gustado hacerlo así, en Barricada también nos gustaba estar al día en cuanto al sonido y a las composiciones. En este caso tanto Iker (productor) como Agnès y yo teníamos muy claro lo qué queríamos. Aunque hay distancia entre Barcelona, donde vive ella, y Pamplona, donde vivimos nosotros, también hay mucha comunicación, y las canciones van y vienen continuamente con cambios, retoques e ideas.

No es que en el primer álbum no fuera así, pero en este segundo da la sensación de que las canciones están muy pensadas para Agnès y para todos los registros que ahora se atreve a afrontar.

-En el primer disco quizá me pilló un poco más desprevenido porque aunque yo conocía a Lilith (anterior grupo de Agnès), compuse las melodías y las canciones y luego ella las ajustaba y hacía las letras. Eso suponía que los tonos, por ejemplo, no eran los que estábamos acostumbrados a que hiciera con Lilith, tan gritón y tan bestia, había algunos más bajos y reposados, que le van maravillosamente, y otros incluso más gritones. Pero digamos que me pilló un poco de sorpresa. En esta ocasión ya sabía mucho mejor los tonos a los que podía llegar ella, y eso me ha permitido buscar tanto el límite por arriba como por abajo, y en otros la comodidad. En este trabajo también tiene que ver mucho el trabajo de Iker para saber si le iba bien a ella o teníamos que cambiar el tono, como nos pasó con una canción, que la tuvimos que cambiar completamente. Pero la mayoría nos ha pillado ya sabiendo a qué nos enfrentábamos con la voz de Agnes.

¿Hay demasiados humanos en el mundo o intentáis ser demasiado humanos en este disco?

-En general, en el mundo hay demasiados humanos. Realmente somos una plaga y lo estamos demostrando continuamente. Y además, el humanos, en el título y en el disco, no está utilizado de forma positiva, al revés; de hecho, si hubiera sido por mí lo hubiera llamado demasiado(s) hijos de puta. No hay más que ver como tratamos al planeta, a los animales, a nuestros vecinos, a nuestra propia familia o incluso, muchas veces, a nosotros mismos. Somos crueles, somos el cáncer de este planeta.

Volviendo de nuevo a la producción, los coros también cobran un protagonismo especial, y algunos de ellos cuentan con la voz de Iker. ¿Cómo los trasladáis al directo?

-Pues con los músicos que tenemos. El directo es diferente, y nunca se podrá llegar a sonar como en el disco, pero adaptamos las canciones para poder hacerlos en los conciertos.

Apuntabas que en el primer disco veníais de un pequeña revolución, pero este segundo también lo estáis defendiendo con varios cambios en la formación.

-El cambio se ha producido a raíz del disco, porque la grabación de los temas sí que la hicieron Rafa (bajo) y Sergio (batería). Posteriormente, por cuestiones de la vida, trabajos, o formas de vivir, ambos lo dejaron. Ahora todo el grupo es de Barcelona, excepto yo, así que voy yendo y viniendo en el tren.

¿Esos cambios fueron los que provocaron que la salida del disco se retrasara casi un año, de 2017 a finales de 2018?

-Eso fue más cuestión de mi salud. Me dijeron que tenían que operar sí o sí de la columna, y justo acabábamos de grabar el disco. Yo quería seguir, pero los demás me hicieron ver que no podíamos jugárnosla. Así que paramos, y entre los seis meses de lista de espera y otros tantos de rehabilitación, se fue más de un año. Pero tengo que decir que los médicos hicieron un trabajo maravilloso y ahora estoy que no me lo creo.

Ya habéis realizado unas cuantas presentaciones del disco en directo. ¿Cómo conviven las canciones de Día 1 con las del actual disco, dada la evolución de estas últimas?

-Muy bien. Yo creo que la gente ha captado que se ha dado una evolución pero hay un sello que se mantiene, y eso es algo que nos comenta todo el mundo, que para contar con solo dos discos hemos conseguido un sello muy personal. Nadie nunca nos ha dicho que nos parecemos a alguien, y eso que ya sabemos que siempre se tiende a comparar todo con algo. Nos dicen que tenemos los toques del hard rock de los 70 y los 80, que vienen más de mi parte, pero también matices punk, que vienen más del lado de Agnès y los miembros más jóvenes. Pero se nota sobre todo que las canciones suenan a Miss Octubre, eso nos permite hacer canciones muy diferentes entre sí, porque siempre van a estar unidas por algo. Y, respecto a los directos de presentación, nos ha sorprendido mucho porque esperábamos, como es lógico, que la gente cantara más las del primer disco, y las nuevas fueran entrando poco a poco. Pero desde el primer día cantan tanto las del primero como las del segundo, y eso es algo que te empuja.

Y para Alfredo, con todo lo que ha vivido, ¿cuál es la sensación al encontrarse de nuevo abriéndose hueco con un grupo?

-Es una sensación diferente porque aquí no lo tengo todo hecho. El que me conoce sabe que no se me han caído los anillos por nada, y si tengo conducir una furgoneta, la conduzco, y si tengo que cargar o descargar, ahora que puedo, lo hago; aunque a los demás todavía no les he dicho que puedo (risas). Siempre he tratado con la gente de tú a tú, y sigo haciéndolo de la misma manera, en ese sentido no he cambiado mucho. Toco para mucha menos gente y gano muchos menos dinero del que ganaba antes, pero tampoco lo necesito, no porque tenga mucho sino porque soy una persona que no tiene muchas exigencias ni necesidad. Eso me lleva a tener bastante menos presión y a disfrutar cada concierto, porque si no disfrutara, lo mandaría a paseo. La verdad es que me la gozo como un enano.

Aunque la mayor parte del grupo esté radicada ahora en Barcelona, ¿para cuándo una fecha de presentación del nuevo álbum en Pamplona?

-No lo sé, pero debería haber una. Han pasado los primeros seis meses de la salida del disco, que son en los que haces la salas, y ahora toca la temporada de verano, en la que estaremos actuando en un buen número de festivales, y a partir del otoño volveremos a las salas, entonces es cuando plantearemos la fecha aquí. También es verdad que Pamplona ha cambiado mucho, y hemos pasado de quejarnos porque no había nada a que ahora, si oyes a alguien decir que no hay conciertos aquí, le puedes dar directamente con una txistorra en la cabeza, porque actualmente hay muchísimas cosas. Por lo tanto, hay que ser conscientes de los gastos que hay que cubrir, etcétera, y son cosas que hay que mirar muy bien. Antes de llegar a un sitio y que haya poca gente preferimos elegir otros escenarios para acoger la gente justa, la que merezca al grupo, para poder decir, de verdad, que hemos ofrecido un buen show, porque si algo ha tenido, y sigue teniendo Miss Octubre, es conexión y comunicación entre los de arriba y los de abajo del escenario.

Para acabar, Raphael está en las antípodas de Alfredo, y va y hacéis una versión de Yo soy aquel...

-Cuando era pequeño, mis padres ponían la tele en Navidad y siempre salía Raphael... Nos apetecía hacernos una gracia y darle la vuelta a una canción, algo que en su día ya había hecho Lilith. Hablando un día de ello, salió la de Yo soy aquel, y ahí se ha quedado. Y funciona muy bien en directo, con un aire punk, lo jodido es que no solo lo hace con la gente mayor como yo, sino con los de 18. Se la saben todos.

Producción. Demasiado(s) Humanos ha sido producido y masterizado en El Sótano por Iker Piedrafita. El arte del disco corre a manos de dos colaboradores habituales de la banda: Óscar Sánchez y Javier Senosiain. Agnès la autora de todas las letras, excepto No queda más y Frío cadáver, que son de Alfredo. A las que hay que sumar la versión de Yo soy aquel, interpretada por Raphael.

La banda. Actualmente, la banda está conformada por Agnès Castaño (voz), Alfredo Piedrafita (guitarra), Albert Llorente (guitarra) Franklin (bajo) y Enrick Alvez (batería).

Edición. Aunque el disco estaba finiquitado en 2017, finalmente vio el pasado 9 de noviembre de 2018.