nueva york - Durante el último año, Woody Allen ha tratado sin éxito de vender sus memorias a varias editoriales, que prefieren no trabajar con el cineasta después de que el movimiento #MeToo volviese a centrar la atención en las acusaciones de abusos sexuales en su contra, según The New York Times.

Ejecutivos de diversas editoriales han reconocido que recibieron la propuesta por parte del representante del director, pero no hicieron ninguna oferta principalmente por la publicidad negativa que habría generado su publicación. Algunos editores se negaron directamente a leer el manuscrito, según esas fuentes, algunas de las cuales consideran “tóxica” la posibilidad de trabajar con el director estadounidense. La falta de interés de las editoriales por sus memorias subraya la caída en desgracia de Allen, que ha visto cómo buena parte del mundo del cine se distanciaba de él tras el estallido del #MeToo.

En los últimos años, Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta, ha acusado reiteradamente a su padre de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 7 años. La acusación, que Allen siempre ha negado, ya había salido a la luz en 1992, en medio de la tormentosa separación del actor y director y su pareja, Mia Farrow, y aunque se investigó, nunca se presentaron cargos. - Efe