pamplona - Es la tercera edición, pero el Iruña Rock afrontaba ayer su debut en el Navarra Arena. Y lo hizo, eso sí, con triunfo y a lo grande: Skindred, Soziedad Alkoholika, Gatillazo, Valira, Hamlet, Sara Hebe, Sons of Aguirre & Scila... Hasta doce bandas protagonizaron la primera jornada de un festival cuyo abanico de propuestas contó con el rock, el punk, el rap y el ska como ejes protagonistas. Alrededor de 3.500 personas se acercaron al pabellón navarro para disfrutar de unos conciertos que, al contrario que en años anteriores, no contaron con la lluvia como contratiempo. La música en directo continuará hoy en el segundo asalto del evento.

Planeaba la curiosidad ayer en los aledaños del Navarra Arena y es que si bien el recinto había sido ya escenario de citas musicales -Izal, Bob Dylan, Mark Knopfler...-, el de ayer era su primer festival y dentro el público se encontró frente a dos escenarios de gran tamaño para la ocasión, con las pantallas del pabellón luciendo mensajes de bienvenida. Y ahí, pasadas las cuatro de la tarde, los navarros Cuatro Madres inauguraron la edición. Dosis de rock and roll, energía y contundencia para recibir a los primeros asistentes, a la par que Jerry y los suyos defendían en directo su primer disco, El fin del principio.

De sello navarro fue también la segunda actuación de la primera jornada, con Flitter repartiendo energía y contundencia. Porque aunque Más volumen fue el tema con el que abrieron su concierto, de potencia y decibelios fueron más que sobrados. Con temas como Aceite Tóxico sacudieron el pabellón, pese a ser una hora más de merienda, como disparó Miguel bajo el saludo “somos Flitter, ¿queréis unas pastas y un cafelito?”. Los de Lizarra, con sus treinta años de trayectoria a la espalda, mostraron estar más que en forma. Y con ellos el público, que poco a poco fue llenando las primeras filas. No faltó La Chelito -¿cómo iba a faltar?- e incluso homenajearon a Barricada con una versión de La silla eléctrica.

DESDE ARGENTINA, SARA HEBE De la potencia de Flitter se dio paso al rap combativo de la argentina Sara Hebe, una de las artistas internacionales que forman parte de esta edición. La MC mantuvo el tipo ante los problemas de sonido iniciales durante las primeras canciones -llegó un punto en que apenas se le escuchaba cantar- para regalar un concierto en el que incluso se unió el punk y la cumbia en la misma canción. Crítica, con mensajes reivindicativos en cada letra, sobre el escenario del Iruña Rock le acompañaron los músicos Ramiro Jota al bajo, la guitarra y los beats y Edu Morote a la batería y percusión. La argentina repasó su último trabajo, Politicalpari, con temas como Rayan, o A.C.A.B., cuya rima “nadie se suicida en una comisaría” fue de lo más coreado del recital. No faltó tampoco su adhesión a #MeTachoDeMacho, la campaña de Acción contra la trata que respalda el festival y cuyo mensaje estuvo más que presente en el Navarra Arena. Se despidió “con sabrosura” y el tema Un cambio, poniendo a bailar al público a un ritmo muy cumbiero, para luego acelerar y bailar casi al ritmo de ska.

Rap fue también la tónica en el concierto de Sons of Aguirre, pero respaldado por la contundencia musical de Scila. El proyecto común que iniciaron ambas bandas el pasado año cuenta ya con fieles seguidores, como pudo verse ayer en el Navarra Arena. Pese a algún que otro problema de sonido, el público acompañó al grupo desde La cigarra y la hormiga, el tema que abrió un concierto en el que desgranaron Azul/Rojo, su primer disco conjunto. Al frente y como maestros de ceremonias, WillyLET y MC Endesa, quienes profesan lo que ellos denominan “rap liberal”, tiraron también de temas de Sons of Aguirre, como Vete a Cuba, siempre con el apoyo de Scila a los instrumentos. Lo suyo es ironía pura y dura, con canciones como Valley of the Fallen, en el que reivindican mensajes como “al son de una corneta para dar una ovación a Primo de Rivera, héroe de esta gran nación”.

Una buena ovación final se llevó Valira. La de ayer fue una noche especial para Juan Zanza, que el pasado año, como guitarrista de La Raíz, abarrotó el recinto del festival en la Ciudadela, para presentar unos meses después, dado el parón de la banda valencia, su proyecto en solitario, Valira. Una banda en la que Zanda deja a un lado la guitarra -a ratos- para tomar protagonismo a la voz y se lanza a defender sus propios temas, algo que definió como “una necesidad”. Respaldado por una banda que acompañaba para la ocasión, defendieron en directo su primer disco, Ecos de aventura. Un debut discográfico que en directo gana en cuanto a energía, como buena cuenta dieron los temas como La exiliada multitud o Los Suicidas. Tras un guiño a Esne Beltza y Mala Rodríguez con una versión de Quién manda, Valira ofreció una traca final en la que hubo tiempo para bajar pulsaciones con Vega para terminar rompiendo con Vértigo, tema que cerró su concierto, con sus correspondientes aplausos.

EL ‘REGGAE METAL’ DE SKINDRED Era uno de los platos fuertes de la jornada y Skindred no defraudó. Lo suyo es una propuesta que definen como reggae metal, en la que se dan cita el heavy metal, el rock y el reggae. La banda, contundente, estuvo comandada por Benji Webbe, como vocalista y encargado de movilizar a los miles de asistentes que iban congregándose en el Navarra Arena. Entre “woops woops” movilizó a primeras y últimas filas, en las que se pudieron ver algún que otro pogo. That’s my jam, tema perteneciente a su último álbum, fue una de las canciones más coreadas por el público. Los galeses, cuya dilatada trayectoria desde 1998 les respalda, repartieron cañonazos de sonido, e incluso se atrevieron a improvisar y reinventar sus canciones, como fue el caso de Nobody. Porque el vacile y la fiesta estuvieron servidos durante toda la actuación -“a disaster and the rave master” (un desastre y el maestro de raves) fueron las palabras para presentar a Benji Webbe-, incluso mandando sentar al público con War Pigs.

Y como uno de los platos fuertes de la noche, Soziedad Alkoholika demostró a base de tablas y músculo por qué esa papeleta de favorito. Respaldados por el público, los de Vitoria tomaron el escenario del Arena a base de potencia sin concesiones, sello de su trayectoria desde que echasen andar a finales de los 80. Abrieron con Alienado, para dar tralla a un huracán musical en el que Juan, a la voz, fue dueño y señor mientras los pogos en las primeras filas comenzaban a hacerse su hueco. Lo mantuvieron. A lo largo de la hora y media que duró el concierto, cayeron temas como Política, Dirección propia o Angustia.

Y claro, eran vísperas de elecciones y S.A. no lo dejó pasar, como banda reivindicativa sin tapujos apenas donde los haya. “Los putos franquistas siguen gobernando”, fue el aviso que lanzó Juan, a horas de la jornada de reflexión, para continuar con el pildorazo enérgico que fue la actuación de los alaveses.

La música continuó al término de Soziedad Alkoholika y al cierre de esta edición, quedaban por actuar Zea Mays, Gatillazo, Hamlet, Kaos Urbano y Auxili.

Y tras un merecido descanso, el Iruña rock afrontará hoy su segunda jornada, con bandas como Turbonegro, La M.O.D.A. o Narco como platos fuertes del día. Navarra Arena fue ayer epicentro musical gracias al Iruña Rock. Y lo que le queda hoy.

Las Sexpeares. 15.00-15.50 horas.

Machete en Boca. 15.50-16.40 horas.

Modus Operandi. 16.40-17.30 horas.

CRIM. 17.30-18.30 horas.

Niña Coyote eta Chico Tornado. 18.30-19.30 horas.

Anier. 19.30-20.30 horas.

Segismundo Toxicómano. 20.30-24.45 horas.

Turbonegro. 21.45-23.05 horas

La Pegatina. 23.05-00.20 horas.

La M.O.D.A. 00.20-1.35 horas.

Narco. 1.35-2.50 horas.

Zoo. 2.50-4.00 horas.

La Mala Pékora. 4.00-5.00 horas.

Taquilla. Habrá entradas a la venta en la taquilla del Arena al precio de 35 euros.