Bilbao - Sin ni siquiera debutar, el grupo vizcaino Dead Bronco, liderado por el estadounidense Matt Horan, ya logró un premio en Cinemad, justo antes de que la BBC les considerara una de las bandas revelación de 2013. Desde entonces han llovido los discos y los conciertos en varios países de Europa y Estados Unidos. El último paso del cuarteto, nuevamente remozado en su formación, se llama The annunciation (Gran Sol) y es un álbum “muy variado y más oscuro y pesado”, explica su líder a DEIA.

El pasado mes de enero concluyó en el Kafe Antzokia la gira de Driven by frustration, un CD más metálico y punk, con la que Dead Bronco recorrió una docena de países y ofreció más de 70 conciertos. “Se aceptó muy bien. Fue un cambio bastante radical y obviamente hubo gente a que no le gustó nada; de hecho, tuve problemas en algunos conciertos donde me quisieron pegar y me llamaban traidor”, explica Horan. “El disco nos ha abierto puertas en otras escenas y tenemos un público nuevo que no sabía que existíamos. Hemos atraído a gente abierta musicalmente y eso es lo que en realidad me interesa”.

Cuatro meses después de concluir la gira anterior, Dead Bronco exhibe, orgulloso, su nuevo disco, The annunciation, creado “a toda hostia, como siempre”. El plan era grabarlo “con tranquilidad” y editarlo en 2020, pero un cambio en la formación del grupo y la búsqueda de otro giro en el sonido provocó la creación de estas canciones “en tiempo récord”. Grabado con un grupo que solo había ensayado “cuatro veces”, en los Drive Division Studios de Santander, con el productor Alex Pis, salió “como mantequilla”, según Horan, que asegura “trabajar muy bien bajo presión, lo que le da un toque de ansiedad y frustación a mis discos”.

El grupo, ahora completado con Alex Atienza (guitarra/órgano), Mud (bajo) y David Rodriguez (batería), sigue “la misma línea” del anterior pero “es más oscuro y pesado”, además de variado, ya que incluye un repertorio que oscila entre el folk oscuro, el punk vaquero y el black metal. “Hemos conseguido un aura decadente y eclesial dentro de un ambiente maligno y con con letras psicopáticas. Suena como si mezclaras a Those Poor Bastards, King Dude, Capricorns y Swans con nosotros. Cada uno de nuestros discos suena distinto y me encanta, pero este es el mejor. No quiero seguir la corriente”, ataja el líder del grupo.

En Estados Unidos el disco, que volverá a editarse en Estados Unidos a través del sello Roots Union Records, es una extensión de Horan, “el reflejo de lo que me está pasando, de lo que soy”, explica. Por ello, sus letras siguen repletas de una frustración que no impide seguir mirando al futuro. “La frustración, la culpa, la autocompasión... son parte de mi vida y vivo con ellas desde los 5 años. Esta vez he desarrollado pensamientos que normalmente guardaba y los he vomitado fuera. A veces, leo lo que he escrito y se me revuelve el estómago porque son barbaridades. Pero por eso mismo me gustan, son relatos del punto de vista de un psicópata”, concluye.