las redes sociales han difundido la especie de que Wikipedia, la gran enciclopedia virtual, miente, que no hay rigor en sus informaciones y la verdad brilla por su ausencia. Lo ha denunciado uno de los creadores de este invento digital, donde teóricamente cabe todo lo que en el universo es, y se recoge en sus aportaciones informativas. La denuncia huele a chantaje entre propietarios, enfrentados por la propiedad del sistema y contenidos de una gigantesca biblioteca que para sí la quisiera la clásica quemada por el incendio de Alejandría; suena a navajazo en la pelea, pero en cualquier caso pone en evidencia un sistema de recogida de datos, personajes y contenidos, que muestra endeblez y acumulación extraordinaria de errores en el inicio y posteriores modificaciones y ajustes. Alfonso Arús en Arucytis (La Sexta) contaba hace unos días su personal experiencia en Wikipedia, que negaba su autoría en el caso del famoso programa de vídeos, le hacían ciudadano danés confundiendo sus orígenes y le ninguneaban paternidad del programa y suma y sigue de coladuras y meteduras de patas informativas. Esta tendencia al troleo empaña la validez de los registros de Wikipedia y le quitan importancia y valor en la gestión de registros digitales. En cualquier caso, manipulación, falta de rigor, desviaciones en los datos y falsedad en las piezas informativas manchan la reputación de una herramienta que parecía universal y digna de consideración por el ingente número de fallos, errores y datos falseados a lo largo de su historia. La acusación de manipulación, más allá de la pelea entre propietarios por el control del sistema da pábulo a una práctica muy común en las redes sociales, la manipulación de lo que se escribe y lee en el campo digital, que pierde el marchamo de limpieza, rigor informativo y limpieza de las fuentes. Un gran invento que ve reducida su importancia, por estas prácticas de falsedad, embuste y manipulación. Una pena.