pamplona - Consolidación, éxito y crecimiento. Éstas son las palabras que marcan el balance de la sexta edición del Flamenco On Fire, la más masiva de su historia: 62.900 asistentes acudieron a alguna de las 68 propuestas programadas por el festival, que se celebró entre el 20 y el 25 de agosto en Pamplona. Una cita que fue el punto de encuentro entre más de 200 artistas y público en 14 espacios distintos de la capital navarra.

En una rueda de prensa, los directores del Flamenco On Fire, Miguel Morán y Juan Casero, junto a la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, María García-Barberena; la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola; y el coordinador de Gaz Kaló, Ricardo Hernández desgranaron los principales datos de la sexta edición de un festival que parece estar en continuo crecimiento. Al menos, esa conclusión se desprende del positivo balance ofrecido ayer.

“El Flamenco On Fire se ha convertido en un referente absoluto entre los festivales de flamenco e incluso comienza a ocupar un lugar importante en el mundo de los festivales en general”, apuntó Miguel Morán, director del festival. Por su parte, Juan Casero, también director del FOF, repasó las cifras más relevantes que han dejado las seis jornadas de flamenco en Iruña. Y si la edición de 2018 se definió como “un punto de inflexión” tras alcanzarse los 55.000 asistentes, “este año han sido alrededor de 62.900 asistentes, un 14% más que la edición anterior, en la que ya experimentamos un salto importante”, expuso.

En línea con años anteriores, un 28% de los asistentes ha llegado al festival desde fuera de Navarra, mientras que según arrojaron los datos de venta de entradas, se realizaron compras por parte de visitantes de 21 países: con Francia, Reino Unido e Italia a la cabeza, pero también se han registrado llegadas desde Estados Unidos, Latinoamérica y Oriente Medio.

“Parece que el festival se consolida cada vez más como una cita de llegada internacional y eso nos parece muy importante para Pamplona”, concluyó Casero, para recordar que además el impacto económico y turístico en hoteles y hostelería local -sin datos definitivos, por ahora- también ha sido positivo, según comentarios recibidos por parte de sus encargados.

Así, la mayor parte de la programación, que ha contado con 68 propuestas y más de 200 artistas repartidos en 14 escenarios de la capital navarra, ha sido de carácter gratuito y se ha celebrado al aire libre. Así, los ciclos Flamenco en los Balcones -en la calle la Mañueta, la plaza del Ayuntamiento y el Hotel La Perla-, la Jam Flamenca y Generaciones, mitos y promesas -en El Bosquecillo- han sumado 51.000 asistentes, un 20% más que el pasado año. Unos datos que corroboran como acierto el trasladar a El Bosquecillo el escenario que el pasado año se encontraba ubicado en el Caballo Blanco, ganando con este cambio espacio y capacidad.

Además, los datos de los principales espectáculos, Grandes Conciertos en Baluarte y Ciclo nocturno en el Hotel 3 Reyes, también son positivos: ocho de las doce citas programados han colgado el cartel de entradas agotadas y se ha mantenido un 88% de asistencia en cuanto a aforo total. Traducido el dato en números, 9.600 personas se acercaron a Baluarte y al hotel 3 Reyes -un 6,5% más que el pasado año- a ver las actuaciones de artistas como Ketama, José Merce y Tomatito, Sara Baras, El Farru o María Terremoto. Además, apuntó Casero, “observamos que cada año tanto la gente de aquí como de fuera anticipa su compra -de entradas- y vamos llenando los espectáculos un poco antes”.

En cuanto a nivel de comunicación, también se ha experimentado un salto, con 100 periodistas acreditados de medios tanto nacionales como internacionales, procedentes de Japón, China, Austria, Suiza, Corea, Taiwán... E internacional ha sido también la asistencia a las Jornadas de Arte Flamenco -dato curioso, remarcaron ayer-, ya que han contado con asistentes de 25 países diferentes.

un festival vivo Por su parte, Rebeca Esnaola, consejera de Cultura y Deporte del Ejecutivo Foral, expuso que el Gobierno de Navarra, en colaboración con el festival desde NICDO y Fundación Baluarte, confía en el Flamenco On Fire “por la parte artística y su calidad, por la continuidad de espacios y programas que ya han dado buenos resultados y por ser un festival vivo, en continuo desarrollo y crecimiento, que cada año nos ofrece acciones nuevas e innovadoras”. Prueba de ello fue la inauguración de la sexta edición, en la que se realizó un homenaje a la campana Gabriela de la Catedral de Pamplona.

En la misma línea, María García- Barberena, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, reafirmó el apoyo del consistorio pamplonés al festival, que este año ha colaborado mediante un convenio en la celebración de los ciclos Flamenco en los Balcones, la Jam flamenca y el ciclo temático Generaciones, Mitos y Promesas, además de organizar de manera previa otros dos eventos: el ciclo F de On Fire y el programa Etxabakoitz zustan.

“El festival incentiva el desarrollo económico de la ciudad, como producto turístico cultural de primer orden”, apuntó García-Barberena, para citar que “el 25% de plazas hoteleras de la ciudad durante los días del festival provenía de gente que asistía al mismo”. Además, opinó, “contribuye a la propia imagen de marca de la ciudad, ligando a esa diversidad social que hay en la ciudad y a la modernidad que una propuesta cultural de este tipo supone”.

¿un 2020 para sabicas? Por último, Ricardo Hernández, coordinador de la asociación Gaz Kaló, aseguró que “el festival es una de las mejores cosas que nos ha pasado en la vida y en la historia de la asociación, que va a cumplir veinte años”. Recordó Hernández que el festival favorece “espacios de encuentro de convivencia, ya que en cualquier espacio está presente esa diversidad”. Y además de recibir la visita de varias mujeres gitanas de Murcia y Alicante que participaron en la edición de 2018, este año “ayuntamientos como el de Peralta han puesto un autobús a disposición para que gitanas pudieran venir un día al festival”. Y en un guiño a la trayectoria del Flamenco On Fire, Hernández reivindicó su punto de origen: homenajear al maestro Sabicas. Un motivo que en 2020 año cobrará especial relevancia al cumplirse 30 años del fallecimiento del tío Sabas y si bien tanto Casero como Morán no quisieron adelantar todavía detalles exactos, confirmaron que se encuentran trabajando en la idea de reivindicar la figura del guitarrista navarro: sí, ya falta menos para el Flamenco On Fire 2020.

Carácter social. Manteniendo su vertiente más solidaria, la organización del festival ha cedido 100 entradas que han sido distribuidas entre más de 30 entidades del Tercer Sector de Acción Social de la Comunidad Foral de Navarra, de ámbitos de la lucha contra las desigualdades, la discriminación, la pobreza y la exclusión social.

Sostenibilidad. Este año se inició un trabajo para convertirse en un festival más sostenible y se desarrollaron en el espacio de El Bosquecillo como el vaso reutilizable, recogida de residuos selectiva, la Flamencoteca y el apoyo a la campaña del Ayuntamiento de Pamplona contra la violencia sexista. Además, se instaló una taberna de agua del grifo de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.

Ciclos previos. Por primera vez, la organización del Flamenco On Fire ha colaborado en el desarrollo de dos ciclos previos al festival: F de On Fire, en colaboración con Indara, y Etxabakoitz zustan, con apoyo del Ayuntamiento de Pamplona. Asistieron más de 3.000 personas.

21

Según datos de venta de entradas, se han adquirido entradas desde 21 países diferentes, principalmente en Europa -Francia, Italia y Reino Unido a la cabeza-, aunque también de EEUU, Latinoamérica y Medio Oriente.