venecia (italia) - “El poder necesita a los bárbaros”. El colombiano Ciro Guerra recurrió a esta cita del poeta Kavafis para resumir la esencia de Waiting for the barbarians, el filme que cerró la competición por el León de Oro en Venecia y que protagonizan Johnny Depp y Mark Rylance.

La cinta supone el regreso de la estrella hollywoodiense al cine de autor después de las sagas Piratas del Caribe y Animales Fantásticos. Depp parece haberle cogido gusto al papel del villano y tras dar vida al temible Grindelwald del universo de Harry Potter se pone ahora en la piel de un coronel siniestro y sin escrúpulos.

“Lo más interesante de hacer de malo, lo que llamamos malos, es que no son tipos que se levantan por la mañana jurando que van a causar el mayor año posible”, aseguró Depp.

“Al interpretar al coronel Joll no pienso en un psicópata sin empatía sino que busco al niño roto que hay detrás. Para mí es un hombre que se ha construido unos muros protectores muy fuertes con el fin de ocultar sus sentimientos”, precisó el intérprete.

La historia del filme se resume en la confrontación entre el administrador de una pequeña ciudad colonial fronteriza que se esfuerza por vivir en paz con los locales -papel que interpreta Mark Rylance- y el coronel Joll (Depp), que llega con el encargo de recabar información sobre actividades hostiles de los “bárbaros”, dispuesto a emplear los métodos necesarios para obtener los testimonios que busca.

visión irónica de cosa nostra La mafia no es lo que era es el título de la otra película que cerró ayer la competición de la Mostra, una visión dual e irónica del impacto de Cosa Nostra en Sicilia que quedó empañada por la anulación de la rueda de prensa de presentación. Tras la proyección del, la Mostra anunció repentinamente que su rueda de prensa había quedado anulada y fuentes del certamen rehusaron dar detalles, a pesar de que no se recuerda un caso similar con una película de Sección Oficial. - Efe