pamplona - Su última visita fue hace ya tres años, durante la gira de celebración de los veinte años de esta banda uruguaya. Ahora, La Vela Puerca regresa a Pamplona para presentar Destilar, el último de sus discos, donde sus letras nos invitan a evadirnos del mundo que nos rodea, a disfrutar y a reflexionar, por qué no, sobre la banalidad y la inmediatez tan presentes hoy en día. La música, como siempre, un derroche de buenrrollismo con el que es prácticamente imposible no dejarse llevar. La cita será esta noche, en Zentral, a las 22.00 horas.

¿Destilar a La Vela Puerca supone la vuelta a sus raíces?

-ALEJANDRO PICCONE: En cierto modo tiene algo que ver con las raíces de La Vela Puerca de la forma en que se creó el disco, de una manera bastante espontánea, con una preproducción no tan larga como en otros discos, y terminando la parte creativa de las canciones en el momento del estudio, de grabar. Eso creo que tiene un poco con las raíces de La Vela Puerca, con los primeros discos. Musicalmente, considero que es muy diferente porque en los inicio, La Vela se caracterizaba más por hacer ska, reagge, y Destilar tiene otra orientación musical. Pero en cuanto a lo espontáneo que fue, este es el disco más relacionado con las raíces de la banda.

El disco vino después de una extensa gira por el 20º aniversario del grupo. Después de tanto tiempo, ¿se veían “flotando a la deriva” en busca de un mapa para descubrir “que aún pueden latir”?

-A.P.: El disco vino después de esta gira que duró casi un año y en enero de 2017 nos metimos en el estudio a grabar Destilar. Quizás no nos sentíamos tanto flotando a la deriva, pero sí queríamos enfocarnos en algo nuevo para nosotros y por eso buscamos la forma de que fuera algo del momento, de esas emociones que se sienten dentro del estudio, de cuando estás grabando. Y creo que dio su resultado por la forma en la que pudimos crearlo, desde ese otro punto de vista. Nos quedamos muy satisfechos porque es un disco que no pensamos sacar tan rápido y gracias al trabajo de toda la banda, musicalmente y buenamente, pudimos lograr hacer un disco en un periodo tan corto de tiempo.

Es difícil encontrar un hilo conductor claro en este disco, ¿lo tiene?

-A.P.: Es difícil, sí, porque varía de muchas formas, tiene muchos estilos. Quizás el hilo conductor podría venir de la parte lírica, de las letras, donde hay una cierta crítica al mundo que vivimos hoy por hoy, de lo vertiginoso, de lo rápido que todo funciona, de los medios de comunicación, la tecnología, la forma de comunicarse, toda la exposición que hay a través de las redes sociales... Hay varias canciones que tienen relación con esos aspectos. Después hay otras canciones que son historias. Nuestro cantante, que es quien escribe las letras, se caracteriza por contar historias imaginadas, otras vividas por él o por otras personas... Pero si hay un hilo conductor puede ser que sea aquella crítica que mencionaba hace unos instantes.

¿Les da pena la humanidad, buscando siempre la vanidad en “un mundo que gira sin compasión”?

-SANTIAGO BUTLER: Es un reflejo de lo que vivimos habitualmente, lo que vivimos en estos momentos, el egoísmo y todos los problemas que podemos llegar a tener los humanos. Porque esa letra habla por sí sola. Cada cual hace su interpretación pero creo que está bastante claro que queremos dar cuenta de lo que sentimos y cómo vemos las cosas.

Hay muchas letras que hablan de la inmediatez de este mundo, de su banalidad. Parece un claro grito de carpe diem.

-S.B.: Sin duda. La Vela Puerca desde sus inicios siempre trató de disfrutar el momento presente. El Enano siempre dice que los conciertos de La Vela Puerca son para olvidarnos de nuestros problemas y de nuestros conflictos, olvidarnos de todo. El mensaje de este grupo siempre va por ahí, por el hecho de que hay que disfrutar más el presente.

¿Qué historia hay detrás de La luna de Nequén, la canción que cantan junto a Raly Barrionuevo? Es, probablemente, el tema que más se diferencia del resto del disco.

-S.B.: Es una canción bastante especial en el disco. Parte de la historia de que el Enano conoce a una persona, que era fan de Raly Barrionuevo. Esta persona después desaparece, muere, y el Enano quedó bastante conmovido por esta historia. Cuando grabamos el disco en Argentina contactamos con Barrionuevo, cantó esta canción con Sebastián, que la escribió pensando en esta chica que había conocido. Siempre La Vela Puerca ha tenido este tipo de canciones más cariñosas, de amor o más lentas. Están presentes en varios discos. Y esta canción tiene un valor emocional para Sebastián, con presencia de un cantante folclórico argentino tan conocido como Raly Barrionuevo.

No dan puntada sin hilo y este disco es la prueba de ello. ¿Cómo fue la acogida entre el público?

-SEBASTIÁN CEBREIRO: Cada vez que sale un disco nuevo es una movida en todos los sentidos. Se mueven varios hilos. Una cosa es lo que siente la banda tocando temas nuevos y encontrándose con ellos mientras ensaya y otra cosa lo que el público recibe de esas canciones. La verdad es que hace ya un año y medio que el disco salió y hemos pasado por todas las etapas. La primera es con el fan incondicional de la banda, aquel que no logra ser objetivo y le gustan todas las canciones y es el primero en comprarse todas las entradas. Después viene la parte de la gente que le gusta la música y que empieza escuchando temas sueltos y donde las canciones terminan hablándole de diferentes maneras. Estos reciben las canciones desde un lugar un poco más subjetivo y la devolución termina siendo otra. Y después de un año y medio, ya con el disco consolidado, ver que los conciertos se siguen llenando, que la gente sigue teniendo ganas de escuchar estas canciones y las viejas quiere decir que el disco se ha defendido bastante bien solo y, sobre todo, las canciones. Nosotros siempre decimos que más allá de que somos los compositores, las canciones toman vuelo propio, golpean la puerta de la casa de la gente, entran y le dicen cosas. Nosotros estamos muy contentos con este disco en la calle y lo tocaremos un tiempo más hasta que empecemos a mezclarlo con las canciones viejas.

Pamplona es ya un escenario habitual en sus giras. ¿Cómo será el reencuentro con el público navarro?

-S.C.: El reencuentro con los navarros ojalá que sea como siempre, con esa motilidad que nos tienen acostumbrados. Tocar en Iruñea ya no es una casualidad, es una necesidad para esta banda. Es de los lugares en el Estado español donde nosotros acopiamos bastante público en el local. Eso se debe un poco a que hemos sido bastante testarudos y a que hemos vuelto una y otra vez. Y, bueno, esta amistad hermosa que tenemos con los Marea nos ha arrimado un poco de gente. Tuvimos el privilegio enorme, una fortuna histórica, de haber compartido una canción con Enrique Villarreal El Drogas. Cantamos una canción de Barricada, El pan de los ángeles, que nosotros ya tocamos en algún momento y tuvimos ese privilegio de tocar en un Viñarock y en Pamplona con él. Es un mito viviente del rock de habla hispana. Y tenemos una cosa muy particular con Pamplona. Así que el reencuentro espero que sea como siempre, que la gente disfrute de las canciones, que hayan escuchado por algún lado el disco nuevo, en cualquier plataforma. Nosotros venimos con un puñado de discos físicos porque somos unos románticos en ese sentido. Así que nada, venimos a arrimar este puñado de canciones a este público hermoso e incondicional que tenemos, y esperamos lo de siempre: el cariño y el respeto al que nos tienen acostumbrados.