sitges - La actriz y directora italiana Asia Argento, una de las abanderadas del movimiento #Metoo, aseguró ayer en el Festival de Cine Fantástico de Sitges que las mujeres directoras están “aún muy lejos de ser iguales” en relación a los cineastas. Argento protagonizó ayer un encuentro con seguidores y periodistas, aunque sin preguntas, horas antes de recibir en una gala el Premio Méliès en reconocimiento a su trayectoria en el cine, como actriz y directora.

La actriz italiana reconoció que en los últimos años se ha producido una evolución y “las mujeres tienen cada vez más oportunidad para expresarse a sí mismas” debido a que hay “gente que cree en ellas y pone dinero en sus proyectos”. Sin embargo, añadió que “aún estamos muy lejos de ser iguales como directoras y el porcentaje de mujeres sigue siendo muy bajo respecto al de hombres”. Consideró Argento que las mujeres pueden hacer cosas completamente diferentes: “Tenemos una diferente sensibilidad y punto de vista”.

Argento confesó que no piensa mucho en su carrera y ni siquiera ve las películas en las que ha actuado. “Es un trabajo complicado -agregó-. Hay muchos egos, todo ese mundo glamuroso no me interesa, no es ‘cool’, y además conlleva la pérdida del anonimato”. Sin llegar a renegar de su experiencia norteamericana, donde tuvo la oportunidad de trabajar con Sofia Coppola (Marie Antoinette) o Gus van Sant (Last Days), Argento se mostró “cansada de que siempre le ofrezca el mismo papel, de prostituta, con variaciones, prostituta lesbiana, prostituta gogó”. Así, repuso: “El diablo me enseñó Hollywood desde lo alto de una montaña, pero yo dije que no, porque es una picadora de carne de la creatividad”.