pamplona - Las hermanas Pacheco son Carmen y Laura. Juntas han emprendido una serie de proyectos juntos. El último de ellos, Divas de diván, publicado a finales del año pasado. De él y mucho más hablarán esta tarde en la Librería Chundarata, donde tendrán dos citas. La primera, a las 18.00 horas, para firmar ejemplares. Posteriormente, a las 20.00 horas en el mismo lugar, mantendrán un encuentro con el público.

¿Quiénes son las divas de diván?

CARMEN PACHECO: -Eso solo lo pueden contestar ellas. De hecho, se pasan todo el libro tratando de buscar la definición perfecta, pero no acaban de ponerse de acuerdo. Durante todo este proceso los lectores pueden ir conociendo a estos personajes excéntricos que presentan cada capítulo, y hacerse su propia idea de qué es una diva de diván. Para mi hermana y para mí, son todos esos personajes de películas, series y novelas que nos llamaban la atención desde pequeñas porque eran mujeres que, de una manera o de otra, desde lo cómico a lo dramático, se saltaban todas las normas y no se sentían nunca mal por ello.

Entre Let’s Pacheco y Divas de diván ha habido una evolución. ¿Cómo consideran que ha sido?

LAURA PACHECO: -Es curioso, porque Divas de diván es el último libro que hemos publicado juntas, pero es también una de las primeras series de tiras con las que empezamos a colaborar. Las primeras tiras de Divas de diván (también recogidas en el libro) las hicimos meses antes de que empezáramos a trabajar en el libro de Let’s Pacheco. Las temáticas y el tipo de humor son muy diferentes, pero no se debe a una evolución, sino a dos estilos en los que trabajábamos en paralelo. Dentro de la propia serie, desde que la empezamos en 2011, ha habido también evolución, por supuesto. Yo lo noto especialmente en la parte que me toca, el dibujo. Cuando empecé estaba probando varia técnicas y recursos diferentes porque acababa de empezar, y cuando finalicé el libro ya había encontrado un estilo que creo que funciona muy bien con divas y con el que me siento muy cómoda.

¿Cuáles dirían que son sus temas más recurrentes?

C.P.: -Creo que lo que lo que más nos divierte a mi hermana y a mí es crear personajes carismáticos. Tanto en el libro en el que hablamos de nuestra propia familia como en Troll Corporation o Divas de diván hay personajes que toman el control y se convierten en las estrellas del libro. En Let’s Pacheco! es mi padre, en Troll Corporation es la jefa de la oficina y en Divas de diván podría ser cualquiera de ellas. Todos esos personajes que pertenecen a universos distintos tienen en común algunos rasgos.

A lo largo de su extensa trayectoria han indagado por diferentes técnicas como el lápiz, el boceto y ahora lo digital. Laura, ¿en cuál se siente más cómoda?

L.P.: -Cuando comencé a dibujar cómics en 2011 llevaba mucho tiempo sin dibujar, así que pasé varios años explorando y experimentando con diferentes estilos. Primero fue el salto del lápiz a la tinta, con el que obtuve un estilo más versátil. El color siempre lo apliqué de forma digital, pero al principio buscaba texturas de aspecto analógico y luego me interesaron más los acabados digitales más limpios. Ahora todo el proceso, incluyendo el boceto, es digital. Es una cuestión de gusto, pero también de eficiencia y comodidad. Es mucho más útil a la hora de hacer rectificaciones y me ahorro la compra y el almacenaje de los materiales.

Carmen, ¿cómo comenzó su trayectoria como escritora?

C.P.: -Escribo desde que era muy pequeña. La escritura siempre ha sido mi medio preferido para expresarme. En 2001, cuando aún no existían las redes sociales, creé mi primer blog y la sensación de poder conectar con mucha gente a través de las palabras fue algo que me tiene enganchada desde entonces. Además, me encanta probar formatos distintos: artículos, redes sociales, libros, tiras cómicas...

¿Y usted, Laura, como ilustradora? Creo recordar que comenzó tras quedarse en el paro después de trabajar como restauradora...

L.P.: -Estudié Bellas Artes, pero me especialicé en Restauración de Pintura porque tenía claro que me quería dedicar a ello y estuve trabajando en Zaragoza un par de años. Comencé el webcómic Let’s Pacheco con la intención de conseguir encargos como ilustradora freelance mientras encontraba de nuevo trabajo de restauradora. No me imaginé para nada que me acabaría dedicando a dibujar cómics y que me resultaría más gratificante que la restauración. Lo pasé muy mal en su momento, pero mirándolo ahora con distancia, me alegro de haberme quedado sin trabajo y haberme forzado a volver a dibujar.

Rápidamente su padre se convirtió en uno de los personajes más míticos de sus tiras. ¿Cómo se lo tomó? ¿Por qué se inspiraron en él?

L.P.: -Yo necesitaba una excusa para dibujar y nunca había escrito ficción, así que empecé contando anécdotas autobiográficas. Acababa de volver a la casa de mis padres y pasaba gran parte de mi tiempo con él, así que se convirtió en mi musa. Al principio sintió un poco de desconfianza, pero enseguida comenzó a estar encantado. La mayoría de sus diálogos en las tiras eran prácticamente literales, por eso le encantaba recibir me gustas y decía continuamente “es que soy genial”. Lo mejor es que tratar con mi padre en persona era algo complicado y convertirlo en personaje nos sirvió para ver esas situaciones de otra forma, casi como una terapia.

¿Cómo es el trabajo en común entre las hermanas Pacheco? ¿Cómo se organizan?

L.P.: -Mi hermana vive en Madrid y yo en Almería, pero tenemos mucha relación y estamos en continuo contacto por diferentes vías. Usamos varias aplicaciones para compartirnos documentos de texto e imágenes. Generalmente partimos de una idea de Carmen y la comentamos por teléfono. Después ella comienza con el guión y me lo pasa por escrito. Lo comentamos y una vez está claro, comienzo con los bocetos y nos cruzamos varios mensajes, bocetos o referencias hasta ponernos de acuerdo y entonces paso al arte final. A menudo tenemos varios proyectos abiertos, así que usamos diferentes canales para cada tema, ya sean personales, de trabajo o algún salseo.

¿Qué creen que tienen sus tiras que siempre tienen tan buena acogida? Y, por otro lado, haciendo alusión a ese aprendizaje constante del que hablan, ¿hay algo que les gustaría mejorar?

C.P.: -Creo que las tiras que mejor funcionan son las que más nos hemos divertido haciendo. Hay gente que conecta con nuestro humor y es como si estuviéramos incluyéndolos en nuestras bromas privadas. Con el libro de nuestra familia, muchas personas nos dijeron que se sentían identificadas, porque en su familia pasan cosas parecidas y también en nuestras firmas han venido a vernos parejas de hermanas que se ven reflejadas en el vínculo que tenemos mi hermana y yo. Quizá el punto débil de nuestras tiras es que no expresan sentimientos universales. No todas las personas van a conectar con nuestros personajes excéntricos y eso nos impide llegar a un público masivo. Pero no es algo que tengamos intención de cambiar.

Sin duda, no han parado en todo este tiempo. ¡Han hecho hasta un ‘gif’ de Manuela Carmena! ¿Cómo fue aquello?

L.P.: -La primera vez que Manuela Carmena se presentó a la Alcaldía de Madrid se generó un movimiento en las redes en la que participaron muchos ilustradores, de forma altruista, para dar visibilidad a su candidatura, ya que su equipo no tenía los mismos medios para la campaña que el resto de los partidos. Yo ni siquiera vivía en Madrid ni podía votarla, pero me sumé, porque el proyecto y la figura de Carmena y el movimiento me resultaron muy emocionantes. Años después estoy muy satisfecha de haber colaborado y volvería a hacerlo. Creo que la política necesita más personas con la intención de mejorar las cosas y que los proyectos salgan adelante y menos centrados en su ambición personal.

¿Están inmersas en algún proyecto nuevo actualmente del que nos puedan adelantar algo?

L.P.: -Llevamos algún tiempo trabajando juntas en algo, pero no podemos dar muchos datos porque aún no está del todo cerrado. Lo único que podemos decir es que el formato no será de cómic y la temática es muy diferente a todo lo que hemos hecho antes.