sitges (Barcelona) - Viejos conocidos del Festival de Cine de Sitges, los norteamericanos Justin Benson y Aaron Moorhead, presentaron ayer en estreno europeo, su última y más ambiciosa película, Synchronic, un viaje al pasado nada romántico de Nueva Orleans a través de una droga sintética.

Creadores de un particular universo fílmico con obras como Resolution o El infinito, que ya presentaron en el certamen hace unos años, ahora los dos directores, junto con los conocidos actores Anthony Mackie y Jamie Dornan, han armado una cinta en la que dos paramédicos de la ciudad norteamericana se encuentran ante una serie de cadáveres que tienen en común su relación con una sustancia tóxica. Benson explicó que antes de entrar en el mundo del celuloide estudió medicina y aunque no era muy bueno en algunas de las asignaturas que le impartieron le quedó de aquella época la curiosidad sobre cómo perciben los humanos el tiempo y que “quizá ese tiempo no sea realmente lo que está pasando”. Esta idea junto al hecho de que en Estados Unidos haya un auge de las drogas sintéticas les llevó a pensar en escribir el guión de la película.

Sin embargo, dejó claro que no querían “una historia moralista, ni a favor ni en contra de las drogas”. Sobre el hecho de haber escogido a un actor protagonista como Anthony Mackie, conocido por convertirse en Sam Wilson/Falcon en las películas de Marvel, Aaron Moorhead indicó que no buscaban “a un actor blanco, sino a alguien que cuando viajara al pasado fuera de una minoría racial”, lo que no era fácil en épocas pretéritas.

Seguidores de la saga de Regreso al futuro, los dos directores, sin embargo, con su nueva película plantean “innovaciones” en estos viajes en el tiempo, después de que los personajes del filme prueben la sustancia llamada synchronic.

A la vez, aseveraron que la película nace como una “reacción” a la “excesiva romantización que se hace del pasado en algunos filmes, siendo aquí todo lo contrario”. Preguntados por haber escogido Nueva Orleans como la ciudad en la que transcurre la acción, Moorhead señaló que se trata de una de las “más únicas del planeta”, además de contar “con una historia muy americana, con un fondo terrible relacionado con temas raciales, socioeconómicos o con el colonialismo”. “No podíamos viajar al pasado de otro lugar”, apostilló.