pamplona - Feliz con la película que llegará a las salas en un fin de semana largo, y que “se acerca más a la novela que la primera”, Dolores Redondo (Donostia, 1969) confiesa haber sellado una buena complicidad con Fernando González Molina, el director pamplonés que ha puesto en imágenes el fenómeno literario que la catapultó a la fama de la noche a la mañana. Esta tarde toca photocall justo al resto del equipo en la premiere programada en Kinépolis Ciudad de la Imagen de Madrid junto al resto del equipo.

En el preestreno celebrado en los cines Golem Baiona dijo que le gusta más esta segunda película que la primera.

-Mucho más. Esta es cien por cien novela. Quizá en El guardián invisible había aspectos que no eran del todo la novela, y esa era la manera que tenía Fer de entenderla, pero creo que en este caso ha seguido fielmente Legado. Es verdad que faltan cosas, y tienen que faltar, el cine es otro medio, pero todo lo que sale en la película está en la novela. Y estoy muy satisfecha. Era una película complicada, la novela lo es. El guardián era mucho más rápida, no hay que olvidar que funcionaba como presentación, y, aunque ya nos empezaba a contar que hay algo de fondo relacionado con Amaia y con su familia, podía ser también un policial con asesino en serie. Sin embargo, en Legado en los huesos entran más aspectos históricos que sucedieron en la realidad y que tenían que quedar muy bien plasmados por respeto a la gente de Bozate, de Arizkun y de Baztan en general.

Se nota que los productores han redoblado su apuesta en esta segunda entrega, y se supone que también en la tercera.

-Yo creo que es una película muy buena. Una peli tiene que funcionar de manera autónoma al libro en el que se ha inspirado. Quiero decir que, aunque estoy muy contenta por la fidelidad que muestra a la novela, como producto cinematográfico me ha encantado. Hay gente que la ha visto sin leer el texto y le ha gustado mucho. En cuanto a la producción, hay que tener en cuenta que haber rodado toda la segunda y la tercera a la vez es un hándicap porque son muchas semanas y el equipo puede bajar el pistón, como es lógico. Pasa también cuando escribes. No es lo mismo estar quince meses que cinco años, porque en este último caso seguramente habrá momentos en que flojearás y no llevarás el mismo ritmo de inspiración, concentración o ímpetu. En este caso, sin embargo, Fernando ha sabido mantener a todos muy enganchados. Creo que ha tenido mucho que ver el hecho de que hayan pasado mucho tiempo en Baztan, viviendo allí. Me consta que les ha calado y que han hecho amistades. De hecho, sé que muchos han vuelto.

Es la gran culpable del incremento de las visitas al valle.

-(Ríe) Pero la gente va sola. Este pasado fin de semana -por el del 23 y 24 de noviembre- hizo un tiempo horrible, pero me enviaron fotos de las visitas organizadas con un grupo de personas que iban con capas de lluvia y disfrutando del recorrido. Me sigue fascinando que les guste y que quieran ir en medio de una borrasca. Estoy muy contenta.

Creo que al principio le sorprendió que Fernando eligiera a Leonardo Sbaraglia para encarnar al juez Markina, un personaje clave en la segunda, pero sobre todo en la tercera parte de la trilogía.

-Sí. Al principio me chocó porque no es un actor español y porque cuando me dieron su nombre, como soy muy despistada, no caí en quién era. Luego enseguida me di cuenta y, además, comprobé que había visto varias de sus películas. Cuando habla, el personaje puede parecer que es una de esas personas que tiene un padre argentino y otro español o que ha vivido un tiempo en Argentina. Lo que importa es que el actor se haga con el personaje y Leonardo lo ha hecho. Sé que mucha gente estaba esperando a ver quién era, pero su papel será mucho más importante en la tercera película. Aquí el que se luce es Imanol Arias, sin duda.

El padre Sarasola.

-Está inmenso. Maravilloso. Borda el papel, sé que a él le ha gustado mucho hacerlo y yo estoy tan encantada que no descarto hasta hacer una novela con Sarasola como único protagonista para que lo pueda interpretar. Es que es él. Impresiona. Ha trabajado mucho la voz con Fernando para hablar desde un control de las emociones y desde una seguridad y un aplomo. Recuerdo que el otro día nos la hizo durante una comida y fue fantástico. Es un personaje muy importante, muy inteligente, se va a convertir en alguien que va a estar al lado de Amaia y que va a tener un papel clave en la siguiente entrega.

¿En Legado en los huesos

-Es totalmente Amaia. La he visto crecer y hacerse dueña total del personaje. Desde que escribí El guardián invisible se han producido una serie de felices coincidencias, de alineaciones planetarias más bien. Al igual que Amaia Salazar, Marta quedó embarazada al final de la primera historia, y la actriz estaba viviendo las mismas emociones que yo cuento para Amaia Salazar al principio de Legado porque ella misma tenía un bebé del que cuidar. Seguro que habría podido hacerlo igual, para eso es una actriz como la copa de un pino, pero creo que eso ha sumado y que se ha hecho totalmente con Amaia. Cada vez que la veo siento ganas de abrazarla.

“Imanol Arias impresiona; no descarto escribir una novela solo de Sarasola para que lo pueda interpretar”

“He visto crecer a Marta Etura y hacerse dueña del personaje; en esta película es totalmente Amaia”