las dos ediciones que alcanzó ese primer tomo nos muestran la necesidad de un trabajo de estas características". Así se refiere Jon Jiménez, editor de Txalaparta, al libro Prehistoria, Romanización y Reino de Navarra, el primer tomo de la serie Historia de las Mujeres en Euskal Herria, escrito por las hermanas Ana y Rosa Iziz Elarre y publicado en 2017 por el sello de Tafalla. Dos años después, hace apenas unas semanas, vio la luz la segunda entrega, Del Viejo Reino al Antiguo Régimen, en el que la historiadora Charo Roquero Ussía continúa con el objetivo que se marcaron sus predecesoras en este proyecto, que no es otro que sacar de las sombras la labor desempeñada por las mujeres vascas, casi siempre invisibilizadas.

A lo largo de 420 páginas y apoyándose fundamentalmente en documentación sobre pleitos, "que no solo proporcionan información sobre las personas implicadas directamente, sino también sobre otras que dan su testimonio, por ejemplo", Roquero analiza el papel de las mujeres durante los siglos XVII y XVIII, "descrubiéndonos que, más que luces, estos doscientos años de historia han escondido muchas sombras", agrega el editor. La autora se ha apoyado en documentación encontrada en el Archivo del Corregimiento del Archivo General de Gipuzkoa, así como del Archivo Diocesano de Navarra y de otros registros de municipios como Pamplona, Errenteria, Oiartzun, Irun, Hernani y Andoain para rastrear la presencia femenina en testimonios de procesos de distinto tipo. "Los datos que arrojan los pleitos son casi la única forma de conocer cómo era la vida cotidiana de las mujeres, ya que estaban bastante invisibilizadas", indica la experta, que, de este modo, ha querido "dar voz, nombres y apellidos a mujeres anónimas, a la que hasta ahora ha sido la mitad silenciada".

Valores tradicionales

El matrimonio como obligación y/o liberación

A través de lo que se extrae de los documentos consultados, Roquero recorre varios ámbitos de la vida corriente las habitantes de Euskal Herria en los citados siglos, un tiempo en el que, sobre todo ya en el XVIII, el Antiguo Régimen se iba desvaneciendo y con él "valores tradicionales" que tanta presión ejercían sobre la figura femenina, "que trataba de abrirse paso, a veces a empujones", "para dejar su propia huella". Así por ejemplo, la historia analiza concienzudamente la institución del matrimonio. Como indica la antropóloga social Teresa del Valle en el prólogo del libro, "la autora nos ofrece un texto que emerge de un estudio riguroso y cuidado al detalle centrándose en la descripción de las costumbres, la mentalidad y el efecto que todo ello tenía en la vida de las mujeres en edad de buscar pareja, en sus ocio y aspiraciones, en sentimientos y actitudes, en todo momento en permanente situación de juicio por parte de la comunidad". Como refleja Roquero, para casarse era necesario el consentimiento paterno, y la cantidad y calidad de la dote sumaba o restaba prestigio a la mujer. Y la dote era tan importante que se incrementaba para casar a aquellas que habían perdido la virginidad, ya que, si bien la moral era muy estricta, también era doble si así lo requería la situación. Roquero examina también el papel que jugaban las viudas, las neska zaharras, las seroras y las monjas.

Cabe destacar en este capítulo el apartado dedicado a las llamadas promesas de matrimonio, que "algunas mujeres usaban a su favor" con astucia, saltándose la noción de pecado y estableciendo relaciones sexuales prematrimoniales, en búsqueda de un cónyuge que, como indica del Valle, "las liberara y les diera una posición social". Esto sucedió con ocasión de la emigración masiva a ultramar en Bizkaia y Gipuzkoa, lo que hizo que en esos territorios no abundaran los hombres. No así en Álava y en Navarra, donde existía un mayor equilibrio entre géneros. De este modo, el libro plasma que, pese a la censura popular y a las imposiciones de la jerarquía eclesiástica, que determinaba que las mejores cualidades femeninas eran la abnegación, la docilidad, la humildad, la resignación y la paciencia", había algunas féminas que conseguían "socavar los límites del sistema para acabar amoldándolo y ensanchándolo". "En parte me interesaba investigar este período por esas prácticas de resistencia que ejercieron mujeres frente a valores que las ninguneaban", afirma Roquero, que profundiza en algunas organizaciones como la de las regatonas, "pequeñas vendedoras que llegaban a Donostia procedentes del campo y que se unían para negociar con el Ayuntamiento los precios de los alquileres de los puestos y de los pisos que ocupaban esos días". También estaban las arrastreras del puerto. "Empezaron a darse cuenta de que unidas conseguían mucho más".

De actualidad

Hermandad ante los malos tratos

La historiadora narra, asimismo, cómo en los siglos XVII y XVIII las mujeres vascas "comenzaron a apoyarse" cuando detectaban que alguna estaba sufriendo malos tratos por parte de su marido. "Ahí estaba muy presente la vecindad" y lo que hoy se conoce como hermandad o, con un término más reciente, sororidad. También resulta de total actualidad ciertas situaciones que el estudio revela, como la exclusión de sectores de población en base a su extranjería, a creencias religiosas minoritarias, a criterios de pureza de sangre y la violencia no solo sobre las mujeres, sino también sobre sectores desprotegidos. El de Charo Roquero es, a juicio de Teresa del Valle, un trabajo "referencial para los estudios sobre género y feminismo, siendo de gran interés en el marco de la crítica feminista, porque permite analizar cómo se generan situaciones de opresión y las estrategias indirectas para superarlas". Y porque, añade la antropóloga, "el conocimiento del pasado nos enriquece porque nos alarga la mirada y nos da claves para seguir en un presente en continuo cambio".

El libro. Historia de las mujeres en Euskal Herria. Del Viejo Reino al Antiguo Régimen

La autora. Charo Roquero Ussía. Licenciada en Historia Moderna por laUniversidad de Deusto y en Ciencias Po-líticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.

La editorial. Txalaparta.

Prólogo. Teresa del Valle, antropóloga social.

Extensión. 420 páginas.

Precio. 29,50 euros.