madrid - Íñigo Aguas se estrena como escritor de novela con Los cuerpos de la habitación roja, una obra de literatura erótica que narra la relación homosexual entre los dos protagonistas, Eric y Alex, de “una manera explícita como no se había hecho antes en las relaciones homosexuales en la literatura”. Así lo afirma el autor navarro, que acaba de publicar la primera parte de la bilogía Los cuerpos (Cross Books) en la que pone sobre la mesa las relaciones sexuales y de deseo en las parejas homosexuales. Algo habitual en la literatura erótica, pero no cuando se trata de relaciones gais. “Se habla de manera más metafórica, no te lo describen tan gráficamente, siempre llega un punto en el que quieres un poco más y no te lo dan, por eso he escrito esta novela”, explica Íñigo Aguas (Pamplona, 1997).

Los cuerpos de la habitación roja rompe ese tabú que hay sobre el sexo homosexual en la literatura. Es común a día de hoy ver personajes gais en los libros, pero siguen sin mostrar la realidad sexual que hay detrás de estas relaciones, indica el autor. “Si quieres leer un libro erótico tienes que recurrir a literatura con relaciones heterosexuales”, afirma el autor. Este libro, en ese aspecto, rompe con ese silencio con un lenguaje explícito. “Cuando se lo envié a mi editora, una mujer con hijos, me dio un poco de vergüenza, pero te acostumbras. A todos nos gusta el sexo, no sé por qué tenemos tanto miedo a hablar del mismo; todavía seguimos hablando de sexo y se nos escapa una sonrisa”, responde Aguas sobre si ha sentido algún pudor al publicar el libro.

La historia de esta primera parte de Los cuerpos cuenta la historia de Eric, un joven universitario en Madrid que describe en primera persona en su diario sus miedos por salir del armario y sus deseos sexuales por Alex. Sin embargo, Los cuerpos de la habitación roja no es solo literatura erótica ni el romance entre dos protagonistas, ya que contiene sorprendentes giros argumentales y un conglomerado de tramas, también de los personajes secundarios. Una historia que hace reflexionar y ayuda a hacer comprender a los chicos jóvenes que quieren salir del armario que, aunque parezca “el fin del mundo en ese momento, luego te das cuenta de que no”, describe Aguas. Alex y Eric pasan por una evolución constante a lo largo del libro, aterrorizados en un primer momento por hacer pública su homosexualidad, aunque “luego termina todo de una forma tan distinta que ese es el menor de los problemas que tienen que afrontar”.

El creciente protagonismo de las relaciones homosexuales en la ficción, como ocurre por ejemplo en exitosas series de televisión como Élite o Euphoria no es algo pasajero en opinión de Aguas. “No es una moda, es sexo y eso ha habido siempre, es verdad que ahora tenemos menos miedo a mostrarlo, estamos evolucionando y educándonos, pero pienso que la sociedad se cree más liberal de lo que realmente es, todavía queda mucho por hacer”, dice.