Madrid - “Prefiero un machista de la época de mi padre a algunos machistas que veo ahora”, señala la escritora y periodista Elvira Lindo, que regresa a la novela tras 10 años con A corazón abierto, donde relata la historia de amor de sus padres y con la que homenajea a una generación “literariamente muy olvidada”.

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) presentó ayer su nueva novela, editada por Seix Barral, en un encuentro con periodistas en el que recordó que la generación de sus padres, la de los niños de la guerra, estuvo “muy poco educada sentimentalmente”.

“Pero no me imagino en mi padre esa burla que veo a veces escrita en los periódicos o que a veces yo he soportado en mí misma”, una agresividad que cree que es algo nuevo, opina Lindo.

La escritora asegura que llevaba preparándose toda la vida para escribir A corazón abierto pero que ha sido ahora, cuando sus padres ya no están, cuando ha podido hacerlo convirtiéndoles en personajes de una novela, porque ambos tenían suficiente empaque para serlo.

Y los muestra a través de las diferentes voces de Elvira Lindo: su voz de niña, de adolescente y de adulta, explica la escritora, que sostiene que no son unas memorias, sino una novela que ha sido para ella un “viaje sentimental” que ha resultado “bueno” aunque haya salido muy cansada.

“Es una historia de amor contada por una hija, un punto de vista diferente” porque, dice, siempre se habla de los padres como tales, cuando son personajes con suficiente atractivo propio como para ser algo más.

Y les ha dedicado una investigación como si hubiera tenido que escribir sobre personajes históricos, indica Elvira Lindo, que asegura haber huido en su relato tanto del “almíbar” como de los ajustes de cuentas: “son personajes literarios y están con todo su atractivo, con todas sus sombras”.

Su padre, recuerda, tenía un carácter “avasallador”, mientras que su madre, que murió cuando ella era adolescente, era lo contrario. Y explica que habría sido fácil decir que él era un machista y ella una persona dócil, pero “quería ir más allá, no juzgarles porque vivieron en una época diferente a la mía”.

La novela recorre también todo un país a lo largo de una época de grandes cambios a través de una generación, la de sus padres que está “literariamente muy olvidada” entre aquellos que hicieron la guerra y se fueron al exilio y la de los que fueron jóvenes en la década de los 80.