- La reapertura de grandes infraestructuras como el Navarra Arena y Baluarte aun tardará, pero ya se trabaja en dos líneas, cuenta la consejera Rebeca Esnaola. La primera se refiere al estudio de lo espacios y la adquisición de equipos de protección para artistas, trabajadores y público; la segunda, a la colaboración con promotores de espectáculos para estudiar formatos y temas de aforo.

Hay gestores de grandes infraestructuras como el WiZink Center de Madrid que ya han contado qué tipo de estudios y de inversiones están haciendo para poder reabrir, ¿qué pueden decir desde el departamento de Cultura y Deporte del Gobierno foral?

-Estamos trabajando sobre el plano de la instalación que tenemos, marcando las cuestiones de seguridad, tránsito de público y otras medidas higiénico sanitarias que haya que introducir. Sobre todo para dar garantías de que es un espacio seguro. En ese sentido, la labor está en dos vías. La primera tiene que ver, en efecto, con la preparación propia de la instalación para que disponga de todo lo necesario que asegure el bienestar de todos, y la segunda se refiere al trabajo con los diferentes promotores y programadores para pensar en qué punto nos encontramos de públicos y aforos y ver qué se puede hacer.

¿Y existe alguna fecha aproximada para la reapertura?

-Pues no. Puede haber eventos privados, pero en lo referido a acciones con público, no.

¿Qué puede decir de Baluarte?

-Parece ser que la exposición Van Gogh Alive, que tuvo que cerrar a causa de la crisis sanitaria y que finalizaba su estancia en Baluarte en mayo, probablemente reabrirá en junio. Pero eso lo tiene que decidir el promotor privado de la muestra. En cuanto a la temporada del auditorio, ha quedado aplazada, en gran medida porque participaban compañías y artistas que no pueden desplazarse, y habrá que ir valorando las actividades con los promotores de cada una de ellas.

En el paquete de medidas que anunció el Ministerio de Cultura la semana pasada se incluía la aprobación de un incentivo fiscal del 30% para rodajes en todo el Estado, ¿esta medida puede perjudicar a Navarra, que ahora mismo gozaba de un gran ventaja competitiva con una deducción del 35%?

-Desde luego la situación va a ser diferente, pero creo que todavía Navarra mantiene cierta ventaja porque nuestro incentivo es algo superior y porque en estos años ha generado una buena imagen en el sector audiovisual. Tanto los profesionales como el Clúster, la Navarra Film Commission y NICDO han creado una red de solvencia, seguridad y profesionalidad que seguirán atrayendo a empresas y rodajes.

En el punto de la crisis sanitaria en el que nos encontramos ahora, ¿cuándo cree que el ámbito de la cultura alcanzará su propia nueva normalidad? Hay quien habla de finales de 2021, incluso de 2022. Parece que la travesía va a ser bastante larga.

-Parece que sí. Ojalá me equivoqué y ojalá que la crisis sanitaria se resuelva de una manera positiva mucho antes, y espero que así sea por el bien de todos, pero tanto en el ámbito cultural y como en el deportivo en los primeros meses de 2021 vamos a percibir todavía estos signos difíciles. La recuperación va a ser complicada. Para esos meses seguramente ya se habrán realizado pruebas piloto de aforos y de distintas formas de puesta en escena; porque, claro, hablamos del público, pero no hay que olvidar la salud de los intérpretes, de los técnicos, del personal de atención en sala, etcétera. Todo el mundo está dándole una vuelta ahora a estas nuevas fórmulas, con lo cual entiendo que vamos a entrar en el año que viene con unas cuantas incertidumbres.