s uno de los tenores que más veces ha participado en la ópera Carmina Burana, de Carl Orff. En concreto, está especializado en el papel, “muy arriesgado”, del Cisne, que exige un registro “comparable al triple salto mortal de los trapecistas en el circo”, dice Joaquín Asiáin, que si bien siempre hace gala de ser burladés, lo cierto es que ha desarrollado una satisfactoria vida artística en Alemania, tanto es así que desde hace un tiempo tiene la doble nacionalidad. Allí, en su hogar del land (región) de Baden Württemberg, está viviendo el parón obligado por la crisis sanitaria, cobrando, eso sí, las ayudas del Estado germano desde el principio. Y mientras espera a poder reanudar los conciertos, aprovecha para recordar viejos tiempos y toca la guitarra, el bajo y la batería en el estudio que se ha montado en casa.

“Prácticamente, todos los conciertos que tenía este año en Francia, Alemania y España se han trasladado de fecha”, lamenta Asiáin, especializado en oratorio. A la vez, el cantante navarro se muestra afortunado de vivir “en el primer land en el que se aprobó la compensación económica a los artistas autónomos por la cancelación de nuestro trabajo. ¡En una semana ya tenía el dinero en la cuenta!”, narra. Y comparte que allí hay “un debate permanente y dinámico de cómo y de qué manera se van a abordar los siguientes meses”. Y es que, aunque “arriesgada”, la decisión que tomó hace más de 20 años de instalarse en Alemania, “primero a finalizar mis estudios en la Escuela de la Ópera de Stuttgart” y de mudarse definitivamente, después, “fue, sin duda, una de las mejores de mi vida”. “Tengo tanto que agradecer a este país, tantas cosas a tantos niveles...”, confiesa. Y eso que los comienzos fueron “duros”, sobre todo por la necesidad de aprender el idioma, “pero en la cultura alemana el esfuerzo se premia, tienes tranquilidad para hacer las cosas, te sientes atendido, respetado”, dice. Y subraya que, a diferencia de lo que sucede en otros lugares, “llama la atención “la falta de impedimentos, la gran capacidad de generación de trabajo sin estar supeditado al ‘a quién conoces’, ‘de parte de quién vienes’, al ‘me han hablado bien o mal de ti’, ‘es que como no te conocemos...” Y añade: “Apenas he vivido todo ese ruido, que tanto daño hace a veces en la vida diaria; hay una serie de protocolos que lo impiden, en general da mucha seguridad a la hora de trabajar con las personas y las instituciones. Se respira mucha honestidad, es una gozada; eso es calidad de vida”.

A todo esto hay que sumarle el concepto que muchos alemanes tienen de la cultura, “como un bien que hay que cuidar”. En este punto, Asiáin aporta un dato: “en la temporada 2017/2018, el número de espectadores de la Bundesliga fue de 13,5 millones de personas; y el de quienes acudieron a teatros, salas de conciertos, etcétera, superó los 20 millones”. En lo artístico, el país germano le ha dado “un montón de oportunidades” de actuar como solista en grandes salas como la Filarmónica de Berlín o la de Colonia, además de actuar en prestigiosos festivales de México, Costa Rica, Turquía, Suiza y más. Por ejemplo, en 2019 participó en 30 conciertos repartidos en Dinamarca, Francia, Holanda, Italia, Suiza y Alemania, diez de ellos con Carmina Burana, “mi compañera inseparable”.

Pero no todo es lírica en la vida de Joaquín Asiáin. Durante estas semanas excepcionales, “no he querido perder mi vínculo con la música” y al disponer de más tiempo libre “he rememorado géneros que de alguna manera me han acompañado en mi vida”, como cuando recibió clases de guitarra Joaquín Zabalza, de los Iruñako, “del que guardo un recuerdo entrañable”. Así que ha ido probando y de momento ha grabado en su estudio de casa una jota navarra a dos voces con versión propia, una bossanova, un pasodoble, una rumba y un bolero. “Los pongo en Facebook y mucha gente ha reaccionado positivamente”. “Ver a un tenor interpretando la música que también toca con tres instrumentos -y mezcla con el ordenador- no es habitual. Son composiciones anticoronavirus”, bromea, mientras ya piensa en nuevos temas y vídeos.

“Baden-Wüttemberg fue el primer ‘land’ en aprobar las ayudas a artistas autónomos; en una semana tenía el dinero en mi cuenta”

“He aprovechado para rememorar otros géneros que me han acompañado en mi vida”

Tenor