Fecha: 22/05/2020. Lugar: Baluarte. Incidencias: Concierto perteneciente al ciclo Km Zero Music Fest, en el que una serie de artistas actuarán en streaming. Alfredo e Iker Piedrafita actuaron en acústico y turnándose a la hora de cantar.

n los casi cuarenta años que lleva sobre las tablas, Alfredo Piedrafita, exguitarrista de nuestros eternos Barricada, las ha visto de todos los colores. Algunas veces ha estado abajo y casi siempre arriba; ha tocado en salas pequeñas, plazas de toros y pabellones, en conciertos gratuitos y de pago. Iker Piedrafita, alma de Dikers y reputado productor (lo de hijo de, en su caso, es mera anécdota, pues lo que le define son los méritos musicales que jalonan su currículum y no su árbol genealógico), también tiene las espaldas bien curtidas de bregar bajo el sol inmisericorde del rock’n’roll patrio. Pero seguro que ninguno de los dos se habría imaginado hace sólo unos meses ofreciendo un concierto de pago... por streaming.

Comenzaron con un tema definitorio, tanto para ellos como para los que disfrutábamos al otro lado de las pantallas. Pasión por el ruido. “Ven aquí, se rompe el telón con el ruido”, reza su estribillo. En esta ocasión, el reto consistía en derribar, no el telón, sino la cuarta pared, poder contagiar la pasión a pesar de la distancia, conseguir transmitir la emoción a través de las redes virtuales. Siguieron con Nadie, de Dikers, y el “nadie vive del aire” de su letra nos recordó que los músicos (oh, sorpresa) también tienen la manía de comer todos los días y que ahora necesitan de nuestro apoyo, no solo moral, sino también económico, bien sea en forma de compra de discos (déjense de plataformas digitales y demás zarandajas; como bien escribió recientemente Christina Rosenvinge, con lo que los artistas cobran de Spotify no les llega ni para pagar su subscripción a Spotify), bien sea en forma de entradas de conciertos (ojalá pronto con público, de momento virtuales).

Pero volvamos a lo acontecido en Baluarte, donde siguieron enlazando temas de Barricada (Pon esa música de nuevo, Cada noche) con otros de Dikers (Dale gas), antes de sorprender con algunas versiones: Another perfect day, de American Hi Fi, y With or without you, de U2. “De una de Bono a una de Boni”, anunció Alfredo. “De la mejor canción de la historia a la mejor voz de rock de este país”, añadió Iker, y quien esto escribe solo estuvo de acuerdo en la segunda parte de su afirmación, pero, de igual manera, qué buena canción era y sigue siendo Eclipse, del Flechas cardinales.

Fusionaron después el final de Deja que esto no acabe nunca con el Al alba, de Aute, a quien se la dedicaron. Y siguieron repasando su larga y brillante discografía repartida entre trabajos de Barricada (Mañana será igual), Dikers (Corazón de trapo) y Miss Octubre (de estos rescataron el tema que dio nombre a la banda). Se quedó Iker a solas con su acústica para interpretar Sin voz. Tras ella, volvió Alfredo y, de nuevo a dúo, finiquitaron la actuación con un tridente de los que quita el hipo: Balas blancas, Animal caliente y No hay tregua. No era la primera vez que los veíamos en este formato acústico; la experiencia siempre resulta estimulante y plenamente disfrutable.