El escenario grande de la Ciudadela acogió ayer el segundo de los conciertos principales del Pamplona Reclassics, y lo hizo de la mano de Miguel Ángel Cortés y José María Gallardo, que deleitaron al público con la simbiosis de sus guitarras, flamenca y clásica, en un espectáculo a dúo con el que demostraron que las ramas de ambos mundos enraizan en el tronco común de la guitarra española, desde el que fluyen hermanados, estilos y expresiones distintas pero con el mismo alma y la misma fuerza.